Recreación de la formación de una de las primeras estrellas del Universo.
Vernov se puso en órbita el pasado 8 de julio, y fue lanzado por el cohete portador Soyuz-2.1b junto a otros dos satélites. La nave está equipada con el equipo científico RELEK, que permite la detección de brotes cósmicos, que pueden durar de una milésima de segundo a varios minutos. Son uno de los fenómenos más potentes del Universo, y normalmente están asociados a la explosión de estrellas masivas.Según los científicos, este tipo de rayos son detectados como un pequeño punto de luz por los instrumentos del satélite. Sin embargo, los datos que ofrece el satélite no permite a los investigadores a qué distancia y cuándo explotó la estrellas. Por eso, es necesario que los datos lleguen a la Tierra, donde los astrónomos con ayuda de los telescopios pueden localizar las emisiones de ese astro; y de este modo podrán observarlas y estudiarla.