Título original:
Ready Player One
Año:
2018
Fecha de estreno:
29 de Marzo de 2018
Duración:
140 min
País:
Estados Unidos
Director:
Steven Spielberg
Reparto:
Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Lena Waithe, Simon Pegg
Distribuidora:
Warner Bros.
Por mucho que la palabra millennial haya invadido los medios de comunicación, las industrias del entretenimiento todavía no se han esmerado en retratar la ecléctica idiosincrasia de esa generación. Por eso uno pensaría que una película ambientada en 2045 podría servir para solventar esa incoherencia, pero el cine no suele responder con agilidad a los cambios en los hábitos de consumo y de interés en sus productos. Hablamos de Ready Player One, la nueva película del incombustible Steven Spieleberg, basada en la ultrarreferencial novela homónima de Ernest Cline. Un paradigma del reciclaje (también conocido como nostalgia) al que Hollywood recurre tan a menudo para no arriesgarse en demasía.
Evidentemente no se le puede pedir a un cineasta con más de setenta primaveras a sus espaldas que se convierta en la voz de la generación millennial (para eso ya tenemos a Lena Dunham), pero habría sido de agradecer algún guiño más a la cultura popular del siglo XXI, que difícilmente se puede condensar en la sonrisa de Tracer de Overwatch o en el andar firme de los protagonistas de Halo. Sin embargo, ese anclaje en los años ochenta, de los que Hollywood todavía no se ha recuperado, le viene a Spielberg como anillo al dedo, ya que él fue uno de los principales arquitectos del imaginario de aquella época.
La película nos traslada a un futuro cercano en el que la sociedad ha sucumbido a la realidad virtual, donde habitan durante buena parte del día en busca de experiencias más excitantes que las que le puede deparar un mundo en decadencia. En esa suerte de videojuego las posibilidades son prácticamente infinitas, y uno de sus creadores se ha convertido en un profeta a la altura de Steve Jobs. Tras su fallecimiento, reparte tres easter eggs por el Oasis -esta creación megalómana- y anuncia que aquel que los encuentre se convertirá en el heredero de su patrimonio y su mundo digital. Ahí entra en juego el protagonista del relato, Wade, un adolescente obsesionado con la figura del creador, Halliday, maravillosamente interpretado por Mark Rylance. En sus andanzas para resultar victorioso, Wade explora la amistad y las cloacas del negocio que pretende hacerse con Oasis, comandado por el insulso villano interpretado por Ben Mendelsohn, que desgraciadamente se está especializando en este tipo de roles.
A lo largo del camino todo son referencias, desde el propio aspecto del avatar de Wade, que recuerda a Noctis de Final Fantasy XV. El gigante de hierro, Batman, King Kong, Las tortugas ninja, El resplandor… Y muchísimas más imágenes y personajes icónicos se dan la mano en un filme tan entretenido como caótico por momentos, que reutiliza las fórmulas típicas del blockbuster, forjadas hace más de cuatro décadas por el propio Spielberg. Ready Player One es toda una oda a la cultura popular, y en concreto a los videojuegos, cuya esencia es captada con unas cotas de comprensión del medio muy poco frecuentes.
6/10