La más sencilla de las preparaciones, se puede aplicar a casi cualquier tipo de seta, pero después de la cosecha del fin de semana, acabo de preparar como guarnición para la cena unos ricos rebollones (níscalos, rovellón o como se llamen).
- Si son muy grandes trocéalos y sécalos. Si no lo son, déjalos enteros.
- Calienta en una sartén 5 cucharadas de aceite de oliva.
- Pela y pica el diente de ajo haciéndolo filetes.
- Cuando el aceite esté bien caliente, incorpora el ajo y la 1/2 guindilla. Si te gusta el picante, puedes echar una guindilla entera.
- Deja que se dore el ajo a fuego lento.
- A continuación incorpora los rebollones con los ingredientes que tienes en la sartén.
- A mitad de cocción ponle la sal al gusto, y pimienta o tomillo. Y en poco más de diez minutos sabrosísimos.