Cuando nos hablan de berenjenas rellenas, lo solemos asociar a un relleno de carne picada, pero este se puede variar de múltiples formas. Lo cierto es que esta receta de berenjenas rellenas de verduras nace de la necesidad. De la necesidad de acabar los restos que quedaban en la nevera, claro.
Hacía unos cuantos días que un par de berenjenas no encontraban salida en ningún plato. Al verlas pensé: ¿de qué puedo rellenarlas si no tengo carne picada? El resto de verduras que tenía en la nevera me dieron la respuesta.
Los ingredientes que necesitamos son:
- Berenjenas: de tamaño medio, ni muy grandes ni muy pequeñas. Una por persona.
- Verduras: podemos ponerle muchos tipos de verduras. Yo usé: pimiento rojo, pimiento amarillo, cebolla y unos minichampiñones en conserva.
- Salsa de tomate: si es natural mejor, si es de lata que no sea frito.
- Quesos: queso azul para el relleno y parmesano rallado para gratinar.
Empezamos encendiendo el horno a 170 grados. Mientras se calienta, preparamos las berenjenas: lavamos, cortamos por la mitad y le hacemos unos cortes en rombo en la parte carnosa procurando no llegar hasta la piel.
Las colocamos en una bandeja con papel de plata, incorporamos un chorrito de aceite de oliva y, en cuanto el horno esté caliente, las colocamos a media altura. Deberán estar unos quince minutos, aunque esto dependerá del tamaño de las berenjenas. La idea es que la carne quede blanda, pero la piel no se rompa.
Mientras el horno hace su función, preparamos el resto de verduras. Cortamos en juliana el pimiento rojo y el amarillo y la cebolla. Cortamos también el queso azul en daditos.
Cuando las berenjenas estén listas las sacamos y las dejamos enfriar ligeramente. Cuando podamos manipularlas sin quemarnos, las vaciamos de la parte carnosa con una cuchara, vigilando de no romper la piel que nos hará de soporte posteriormente. Picamos a cuchillo esta parte carnosa.
Ponemos a fuego medio una sartén con un chorreón de aceite y salteamos las verduras, empezando con los pimientos, después la cebolla y, por último, los champiñones. Cuando esté bien salteado, incorporamos la carne de las berenjenas, mezclamos bien y salpimentamos. Incorporamos entonces la salsa de tomate y dejamos que se integre todo el conjunto.
Retiramos las verduras del fuego y dejamos enfriar ligeramente para poder empezar a rellenar las berenjenas. En la misma bandeja en la que las hemos horneado anteriormente, colocamos las pieles vacías y las llenamos con las verduras. Coronamos con los trocitos de queso azul y añadimos una buena cantidad de parmesano rallado por encima.
Ya solo tenemos que volverlas a poner en el horno, en la parte superior, hasta que el parmesano quede gratinado. Servimos y ¡a disfrutar!
Bola extra: vale, en la foto se ve que he hecho un poco de trampa y no he hecho un plato vegetariano del todo. También tenía en la nevera medio paquete de bacon y había que acabar con él también, por lo que lo añadí a las verduras justo antes de incorporar la carne de la berenjena. De todos modos, el plato está igual de rico sin él.