Receta de macarrones con bechamel. Sólo para estudiantes en época de exámenes
Por Futblo
@futurobloguero
Hoy os quiero enseñar una receta de macarrones con bechamel, una deliciosa bomba de calorías que como indico en el título, sólo es apta para estudiantes en época de exámenes. Ahora que están preparando los exámenes finales y andan agotados estudiando hasta la extenuación, les viene muy bien este alimento tan energético. Los que estéis en operación bikini, tendréis que conformaros con mirar.
Os cuento la historia de este plato en mi casa. Cuando era pequeño, a mis hermanas y a mí nos apasionaban las recetas de pasta, como a todos los de nuestra edad. Muchos domingos íbamos juntos a comer a casa de mi tío y uno de ellos, -no se me olvidará en la vida-, nos pusieron de primero macarrones y de segundo macarrones con bechamel. Además, mi tía bromeó diciendo que de postre había tarta de macarrones, aunque afortunadamente nos dieron un poco de fruta. Ahora os enseño a preparar esta receta de pasta italiana.
Para preparar esta receta, nos hacen falta dos preparaciones básicas, por un lado una salsa bechamel y por otro lado un buen tomate frito casero con el que prepararemos nuestra salsa boloñesa con la receta que aprendimos en el libro "La cuchara de plata", la "biblia de la cocina italiana". (Haz clic en este enlace para ver la receta)
Ingredientes para 6 raciones
- Para la bechamel: 75 gr de harina, 75 gr de mantequilla, 1 litro de leche entera (sobrará un poco), sal, pimienta y nuez moscada
- Para el tomate frito: 1 kg de tomates rojos maduros, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal
- Para la salsa boloñesa: 500 gr de carne picada, 1 rama de apio, 1/2 cebolla, 2 zanahorias, 1 diente de ajo, 2 cucharadas de mantequilla, 1 vaso de vino, 1 vaso de caldo de carne o de pollo, orégano, sal y pimienta, y 500 ml de tomate frito
- Además, 400 gr de macarrones o plumas, (yo usé penne rigatte), 1,5 litros de agua y un puñadito de sal.
Cómo hacer macarrones con bechamel
Comenzamos con la preparación que lleva más tiempo, la salsa boloñesa. En este enlace podéis ver cómo hacer un tomate frito casero que os vale para tener siempre en casa esta deliciosa salsa y con ella hacer cualquier receta que lleve este ingrediente. Os aseguro que cuando lo hagáis, no volveréis a utilizar tomate comprado, porque no vale la pena.
En mi familia se ha preparado tomate frito casero de toda la vida: recuerdo a mi abuela y después a mi madre friendo dos o tres kilos de tomates todas las semanas. Ahora lo hacemos mis hermanas y yo, y estoy seguro de que mi hijo y mis sobrinas y sobrinos lo harán también. (Haz clic para ver la receta de tomate frito casero)
Para la salsa boloñesa, freímos la cebolla muy picadita hasta que transparente, añadimos el ajo, la zanahoria y el apio también muy picados y después la carne picada. Después añadimos el vino y el tomate frito casero y dejamos que se vaya haciendo poco a poco. En este enlace podéis ver la receta del libro La cuchara de plata donde aprendí a hacer esta salsa tradicional italiana.
Es importante ir probando el punto de especias que le queramos dar. A mí me gusta hacerla, como dicen los italoamericanos, hot and spicy, es decir con mucho sabor y un poco picante pero eso lo hacéis a vuestro gusto.
Mientras la carne va cociendo en la salsa de tomate junto a las hortalizas y las especias y el vino se va reduciendo, aprovechamos para preparar la salsa bechamel. Para ello preparamos un roux con igual cantidad de mantequilla y harina, y una vez lo tenemos bien ligado y un poco tostada la harina, vamos incorporando la leche.
En este enlace os cuento cómo hacer una salsa bechamel sin grumos que os podrá venir muy bien para hacer lasañas, croquetas, platos a la villaroy y muchísimas otras recetas. El objetivo en este caso es una bechamel fluida, no muy espesa, más bien como una crema o puré ligero.
Por último, cuando tenemos todo prácticamente listo, ponemos a precalentar el horno y mientras alcanza la temperatura de forma estable, cocemos la pasta al dente durante unos 8 a 10 minutos según las indicaciones del fabricante. Yo la cuezo en un cazo grande solamente en agua con sal. Nunca hay que añadir aceite al agua ni es necesario poner una hoja de laurel ni otras cosas similares. Una vez lista la pasta, cortamos la cocción en agua fría y escurrimos bien.
Montaje del plato
En este montaje podéis ver el proceso completo aunque ahora os lo cuento con detalle: En una fuente de horno, yo utilicé una fuente de Pyrex que además se limpia divinamente por su revestimiento cerámico, ponemos una o dos cucharadas de la salsa boloñesa en la base. Con una cuchara de madera la extendemos un poco y después, sobre ella, añadimos los macarrones.
Cubrimos los macarrones con una buena cantidad de salsa boloñesa y la mezclamos con movimientos envolventes para que la carne y el tomate impregnen bien la pasta y quede bien repartido. Añadimos más salsa boloñesa si fuera necesario. Debe quedar así:
A continuación echamos la mitad de la salsa bechamel por encima de la pasta con la salsa boloñesa y repetimos la operación. Movimientos envolventes para que todos los macarrones queden bien bañados en la bechamel por igual y no haya zonas más secas que otras. La mezcla una vez añadida la bechamel queda cremosa y untuosa como podéis ver en esta foto del detalle.
Para rematar cubrimos la superficie con el resto de bechamel y añadimos dos o tres cucharadas de queso parmesano o similar, para gratinar y darle este bonito color dorado. Metemos en la zona central del horno durante diez a quince minutos y gratinamos uno o dos minutos más si es necesario para tostar el queso sin que llegue a fundir.
El resultado es una pasta muy cremosa, como en esta deliciosa receta de maccherroni cheese o macarrones con queso americano (clic), pero que nos recuerda a las mejores recetas de lasaña. El sabor de la boloñesa persiste pero se ve matizado y suavizado por la cremosidad de la bechamel. Aquí tenéis la foto del resultado una vez se ha gratinado.
Hacédsela a vuestros hijos y sobrinos, que la recordarán siempre. A la hora de servir, poned la mitad de la ración habitual porque sacia bastante y es mejor que si alguno quiere repetir que lo haga que ver como les sobra en el plato. Con una fuente de las que normalmente salgan 6 raciones, obtendréis como para ocho.
Espero que os haya gustado esta receta de macarrones con bechamel que tantos recuerdos me trae de mi infancia y que os sirva para dar un montón de fuerzas a los estudiantes en época de exámenes que tengáis en la familia. Buen fin de semana y como siempre, sed felices,