A diferencia de la porquería que se suele comprar en el supermercado, esta mayonesa no se elabora con aceites de girasol, maíz o soja (lee las etiquetas, incluso la mayoría de variedades de mayonesa “de aceite de oliva” en las estanterías de los supermercados, están hechas principalmente a base de aceites vegetales).
Así que si quieres disfrutar de una buena mayonesa, no te queda otra que remangarte y poner manos a la obra. Y es que en realidad, la mayonesa es un alimento muy paleo. En esencia se trata de una emulsión de yema de huevo y un buen aceite, con algo de mostaza, zumo de limón (o vinagre) y sal.
“¿Que haga mi propia mayonesa?”, me preguntas. ¡SI! Existe la idea equivocada de que hacer mayonesa casera tiene una tasa de éxito relativamente baja, o que lleva mucho tiempo. Pero si aciertas con las medidas, temperaturas y cadencia, deberías de tener buenos resultados.
Llegados a este punto, tenemos claro que ni los ingredientes ni la técnica para hacer mayonesa casera son inusuales ni difíciles. Éstas son algunas de las directrices a seguir para preparar una mayonesa perfecta:
- Asegúrate de que todos los ingredientes están a temperatura ambiente. Lo más sencillo es dejar todo sobre la encimera un par de horas antes.
- Bate las yemas durante un minuto o dos antes de añadir el aceite; tienen que ponerse espesos, pegajosos y brillantes primero.
- Añade el aceite muy despacio, gota a gota, hasta que comienza el proceso de emulsión y la mezcla se vuelve cremosa y densa, tras lo cual podrás echar el resto del aceite mucho más rápido.
- La cantidad máxima de aceite que puede absorber una yema de huevo es aproximadamente 180 ml (¾ taza), más allá de esta cantidad las propiedades que tiene el huevo para ligar, dejan de tener ese efecto y la salsa comenzará a ponerse más líquida y se cortará. La cantidad más segura serían unos 120 ml (½ taza) de aceite por yema de huevo, así que te aconsejo ceñirte a esto cuando estés empezando. Las proporciones serían algo parecido a esto: 2 yemas de huevo + 240 ml (1 taza) de grasa + 1-2 cucharadas soperas de zumo de limón o vinagre = 300 ml de mayonesa. Puedes añadir otros ingredientes, como mostaza, ajo, anchoas, alcaparras, etc.
Me darás las gracias cuando la pruebes. Es tan maravillosamente cremosa y untuosa que te la querrás comer a cucharadas (y te aseguro que no pararás hasta dejar limpias las paredes del vaso de tu batidora después de prepararla – privilegios del cocinero), pero también la podrás utilizar como base para preparar todo tipo de platos, como huevos rellenos, ensalada de atún o de pollo y salsas picantes. Elevará a otro nivel los básicos culinarios del día a día como los huevos duros, las sobras del pollo asado, las conservas de pescado y las verduras. 5.0 from 3 reviews Receta: Mayonesa de macadamia Print Tiempo de Preparación 15 mins Tiempo Total 15 mins Para elaborar esta receta, puedes utilizar un procesador de alimentos, una batidora de mano o un brazo inminentemente dolorido y unas varillas. Para: 300 ml (1 taza y media) Ingredientes
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharada sopera de zumo de limón (o vinagre)
- ¼ de cucharadita de mostaza en polvo
- 1 taza (240 ml) de aceite de macadamia, o bien una mezcla de aproximadamente ⅔ de aceite de macadamia y ⅓ de aceite de oliva
- ½ cucharadita de sal
- pimienta
- Pon las yemas junto con el zumo de limón y la mostaza en el cuenco o vaso de la batidora/procesador y bate bien durante unos 30 segundos hasta que espese y el color se vuelva más brillante.
- Sin dejar de batir, ve añadiendo el aceite en un chorro muy fino. Si estás utilizando un aparato eléctrico, su potencia debe ser baja-media, si te estás dando el palizón con las varillas manuales, tendrás que hacerlo de forma enérgica y sin parar. Es muy importante que vayas echando el aceite muy despacio. Estás creando una emulsión, y si echas demasiado aceite de golpe, corres el riesgo de que se te corte.
- Según continúes echando el aceite (aproximadamente a partir de la mitad de la taza), se formará la emulsión y la mayonesa comenzará a espesarse. Si estás usando una batidora eléctrica, podrás escuchar cómo cambia el sonido cuando el líquido comienza a formar la emulsión. A partir de este momento podrás echar el aceite más rápidamente y, si estás utilizando tu fuerza muscular, podrás darte un pequeño respiro.
- Salpimenta al gusto y conserva en un bote en la nevera, hasta una semana.