Debo admitir que, cuando empieza a apretar el calor de los meses estivales, me entra la debilidad por el helado. En realidad, no sólo por el helado; el sorbete, los polos, el yogur helado y el semifreddo también me sirven.
El semifreddo, o semifrío, es un postre con variadas interpretaciones. En esencia es una mousse cremosa congelada, una versión más ligera y aireada del helado. Se diferencia de éste en que se suele servir cortado en lonchas y no se necesita una heladera para prepararlo. En ocasiones se sirve a capas, con bizcocho o cookies, en ocasiones con frutos secos o fruta fresca de temporada. Es elegante y a la vez accesible. Es el postre que querrás servir en las tardes de verano cuando tengas invitados, o simplemente cuando te apetezca un capricho fresco y apetitoso.
La preparación de un semifreddo nos adentra en un camino apacible y algo perezoso del arte del helado casero; todos los beneficios de un gelato sin necesidad de sacar la heladera.
Bueno… en realidad no es tanto cuestión de pereza como de tomar un ingenioso atajo. Porque a pesar de que no hace falta preparar unas natillas y enfriarlas, y sacar la artillería pesada, sí que tendremos que montar (las claras), fundir (el chocolate) e integrar (la mezcla).
Inicialmente su textura es suave y delicada, al congelarse se volverá bastante compacto, pero una vez cortado comenzará a suavizarse y desarrollará su característica y suntuosa textura de mousse. A la hora de servir, puedes cortarlo tal y como he hecho yo, sacar bolas como si fuera un helado tradicional, congelar en moldes pequeños para desmoldar en raciones individuales, o se me ocurre que también podría ser una buena idea congelar la mezcla en moldes para hacer polos.
La receta de hoy tiene como base un merengue que se prepara montando las claras tibias a punto de nieve con un poquito de miel o sirope de arce hasta que se vuelven brillantes y forman picos consistentes. Una vez que tenemos el merengue, lo integraremos bien a la base que habremos preparado con el yogur griego y el plátano. En este caso he elegido utilizar yogur griego casero de leche cruda, muy espeso, y plátano para aportar el dulzor y mayor cremosidad a la mezcla. Para una versión sin lácteos, no dudes en sustituir el yogur por la misma cantidad de nata de coco montada.
La acidez del yogur compensa el dulzor frutal del plátano, mientras que la capa de chocolate le imparte una variación de textura, sabor e interés visual, y las fresas frescas de temporada, añadidas en el último momento, aportan color y un sabor entre dulce y ácido, que funciona de maravilla con todo el conjunto, acabando con una lluvia de almendras picadas para añadir un toque extra crujiente al conjunto. Perfecto, sencillo y delicioso.
- 15gr de chocolate negro (mínimo 85%)
- 1 cucharada de aceite de coco
- 4 claras de huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ¼ de cucharadita de cremor tártaro
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de sirope de arce o miel cruda
- 500gr de yogur griego o de leche entera colado (me gusta utilizar yogur casero de leche cruda)
- 1 plátano maduro
- 150gr de fresas frescas, cortadas
- 30gr de almendras, picadas
- Chocolate y aceite de coco para servir (opcional)
- Funde el chocolate y el aceite de coco al baño maría. Forra una bandeja con papel de horno y extiende la mezcla para formar una fina capa. Si quieres, puedes utilizar un pincel. Mete la bandeja en la nevera para que se solidifique mientras preparas el semifreddo.
- Forra un molde de pan (22 cm x 12 cm aprox.) con papel de horno, dejando lo suficiente en los bordes largos para taparlo una vez relleno.
- En un bol mezcla las claras, el sirope de arce o miel, la vainilla, el cremor y la pizca de sal. Ponlo al baño maría y remueve con una cuchara hasta que la mezcla esté tibia. Tardará unos 2 minutos.
- Retira el bol del fuego y bate bien con unas varillas, en velocidad media-alta, hasta que se formen picos brillantes y consistentes, unos 5 minutos. El merengue tiene que quedar firme y muy brillante, y mantener la forma.
- Si tienes thermomix, las claras se montan con la mariposa, a 37º, velocidad 3½.
- Por otro lado, bate bien el yogur con el plátano hasta que la consistencia sea lisa y untuosa.
- Mezcla unas pocas cucharadas del merengue al yogur para aligerar la base, luego incorpora con cuidado el resto del merengue hasta que se haya integrado del todo.
- Echa aproximadamente la mitad de la mezcla al molde, cubre con una capa de láminas de chocolate que preparaste en el primer paso, y añade el resto de la mezcla de yogur.
- Alisa la superficie con una espátula, cubre con el papel y congela durante al menos 4 horas o durante la noche.
- Cuando lo vayas a servir, mete el molde en agua caliente durante unos segundos. Vuelca el semifreddo en una fuente, decora con las fresas y las almendras (y si quieres, salsa de chocolate preparada de la misma forma que en el paso 1) y corta en porciones.