Reciclaje personal, reciclaje cósmico

Ciertamente creo que nunca he estado tanto tiempo seguido sin entrar a escribir nada en mi blog. Muchas ideas, sí, claro. Muchas historias interesantes estos meses, ya te digo, hasta sobrevolamos a Plutón. Muchos viajes y colaboraciones... por supuesto, incluido un vuelo internacional que me llevó a España por tres semanas en junio, en uno de los viajes más ajetreados e intensos que he tenido en mi vida. A esto hay que añadir el salir airoso de la organización de un congreso internacional de astrofísica y ser papá 24 horas al día, 7 días a la semana, lejos de casa y de la familia. Una amalgama de circunstancias, se podría decir. Pero "amalgamas de circunstancias" similares me han ocurrido a lo largo de los diez años que llevo recogiendo mis pensamientos por aquí. ¿Qué ha tenido esta desconexión de especial? ¿Por qué la necesitaba?
Podría decirse que llegué un momento que saturé y tuve que centrarme sólo en el trabajo directo. Esto es en parte cierto. Pero por otro lado también necesitaba un tiempo de desconexión para reflexionar sobre por qué sigo escribiendo en un blog así, qué tipo de contenido quiero mostrar, con qué periodicidad voy a escribir (seamos realistas: el ritmo de una historia al día es de locos para mí dadas mis actuales circunstancias) e, importante, cómo voy a publicitar lo que por aquí escribo. Porque, ya lo he dicho otras veces, en los últimos años tengo la sensación de que historias muy curradas no llegan demasiado lejos, que me quedo atrás en el proceso de divulgación científica, y que como además no vivo en España no puedo casi nunca participar en jornadas científicas (como Naukas Bilbao, la quinta edición en unos días y me lo pierdo otra vez) o eventos similares, por lo que mi labor de científico y divulgador se difumina dentro de marco español (a pesar de llevar decenas de años dedicado a ello).
Por otro lado, ahora mismo es muy importante que me centre en mi carrera en Australia, y en potenciar tanto mis actividades como mis escritos divulgativos en inglés y en este país. Science Communication, Engagement and Outreach son cada vez más importantes, y se consideran cada vez más en sociedades modernas como la australiana o la española. Sobre este tema en concreto no diré mucho más por ahora, salvo que estoy tomando medidas para arreglarlo. Esas medidas afectarán, por supuesto, a la cantidad de tiempo que dedique en el futuro cercano al blog. La calidad de las historias no mermará en absoluto.
Porque, en efecto, el tiempo es finito, y mi trabajo principal es realizar investigación en astrofísica de reconocimiento internacional, además de proporcionar soporte al Telescopio Anglo-Australiano. Todo lo demás, por muy bonito, bueno e interesante es extra y sólo se me tendrá en cuenta si las otras dos tareas se han desarrollado con éxito.
En resumen, estoy en proceso de reciclaje personal, en un período de cambios y de reflexión profunda sobre la forma y los métodos para hacer mi divulgación científica. En este sentido cualquier comentario constructivo será muy bien recibido.
Pero lo prometido es deuda, ya estamos en septiembre y llevo diciendo por Twitter (donde, como sabéis, no paro de hacer comentarios, aunque reconozco que quizá el 80% de los últimos tiempos están en inglés) que este mes recuparaba el blog, así que aquí estoy. Hoy os presento una historia sobre una preciosa nebulosa de emisión, Gum 56, recogida hoy en una foto noticia del Observatorio Europeo Austral (ESO), y que se ha titulado reciclaje cósmico.

Imagen de la nebulosa Gum 56 (IC 4628 o Nebulosa del Camarón) conseguida con el telescopio MPG/ESO de 2.2m del Observatorio de La Silla (Chile). Se usó el instrumento WFI (Wide Field Imager), que es una cámara de gran campo, y filtros B (azul), V (verde), R (naranja), [O III] (azul claro) y Hα (rojo). Crédito de la imagen: ESO.
La nebulosa Gum 56, también designada como IC 4628 o "Nebulosa del Camarón", está a una distancia de unos 6000 años luz de la Tierra, proyectada sobre la constelación zodiacal del Escorpión, en plena Vía Lactea. Su tamaño aparente es bastante extenso (unas cuatro veces superior al tamaño de la Luna llena), pero como posee un brillo relativamente bajo en el rango óptico (los colores que vemos) no es muy conocida. Su tamaño real es de unos 250 años luz.
En nebulosas como ésta es donde se produce el reciclaje de la materia dentro de las galaxias. El gas difuso y el polvo asociado, en gran parte material liberado por previas generaciones de estrellas (y, por tanto, más rico químicamente) se condensa para formar nuevos soles. De una nube de gas no nace sólo una estrella, sino miríadas de ellas. Las mayoría son objetos de baja masa, pero también se crean decenas de estrellas de masa similar al Sol y sólo unas pocas estrellas masivas. Las estrellas más masivas (tipo O en particular) son las que juegan un papel clave aquí: el pico de la radiación que emiten NO está en los colores ópticos que nosotros vemos, sino en frecuencias del ultravioleta (colores más azules que nuestro azul). Esta radiación es muy energética y es capaz de "encender" el gas difuso circundante. ¡Voilá! ya tenemos una nebulosa de emisión.
Tenéis muchos más detalles sobre la nebulosa Gum 56 en la propia foto noticia de ESO, además en español, por lo que no me extenderé más aquí. Sólo apuntaré que la imagen combina datos en cinco filtros distintos conseguido con la cámara Wide Field Imager (WFI) del telescopio MPG/ESO de 2.2m del Observatorio de La Silla (Chile). Las observaciones se tomaron dentro del programa ESO Cosmic Gems (Gemas Cósmicas de ESO), que busca observar objetos llamativos para realizar divulgación astronómica cuando el telescopio no puede ser dedicado a programas científicos concretos.
Reciclaje personal y reciclaje cósmico. Todo es un proceso que puede llevar cierto tiempo. Aún así, estoy de vuelta.
Más información
- Foto noticia de ESO: Reciclaje cósmico (2 de septiembre de 2015).
P.D. Por seguir con lo del reciclaje, incluso estoy de reciclaje con el ordenador, mi portátil murió hace 10 días, tengo ahora uno temporal del trabajo donde con suerte el 25% de mis programas de astrofísica (y no astrofísica) funcionan ahora mismo, pero ahí vamos... tirando, de locos, más de lo mismo... lo de siempre...