Lo que ya no resulta tan frecuente es la insólita concentración que se dio en la tarde de ayer. No daba crédito a lo que estaba viendo. Hasta tal punto, que tuve que hacer el recuento varias veces. 19 espátulas se habían congregado frente a mi, probablemente la mayor agrupación de estas zancudas jamás registrada en el estuario del Miño.
Dediqué muchos minutos a su contemplación. Un verdadero regalo para la vista. Las aves, extraordinariamente gregarias, formaban un apretado conjunto. En un momento dado, tres de ellas decidieron separarse y hacer compañía a un bando de azulones, entre los que había algunas cercetas. Una apática avefría, la primera de la temporada, observaba despreocupada a sus vecinos...
Marchaban juntas las espátulas, en fila india o en paralelo, moviendo al unísono sus cabezas de lado a lado, vadeando sobre el limo del fondo hasta que el extremo de sus largos y sensibles picos detectaba el movimiento de algún pececillo o pequeño invertebrado.
Pude realizar varias fotos y vídeos antes de que la oscuridad de la noche lo cubriera todo. Aquí tenéis parte de ese material:
Buena parte del grupo de espátulas observado ayer. //Manu Sobrino
Espátulas alimentánse. //Manu Sobrino "El Naturalista Cojo"