Revista Cine

Recordando algunas escenas antológicas: El Tango de Roxanne

Publicado el 16 septiembre 2010 por Cinefagos

MOULIN ROUGE

” Cuando el amor es para el mejor postor no se puede confiar. Y sin confianza no hay amor. Los celos, sí los celos…le volverán… ¡loco!”

Moulin Rouge es una película extraña, un musical moderno ambientado en el famoso club parisino donde todos los turistas se hacen miles de fotos cada día. Sin embargo la película poco tiene que ver con la historia del cabaret o con la película homónima de Zsa Zsa Gabor. La de Nicole Kidman es una fantasía colorista y ruidosa, una historia de amor entre un joven escritor, una prostituta y el mecenas del teatro, un duque obsesionado con ella. En su momento se la criticó por tener aspecto de videoclip y por ser una historia vacía muy bien adornada, lo que se suele decir en estos casos. La verdad es que “Moulin Rouge” es divertida y apasionada, una película capaz de saltar de la más pura tristeza al humor y con un estilo visual impresionante entremezclado con secuencias musicales que rebosan modernidad y ritmo. Son paces de entremezclar diez o más canciones de distintos autores, desde Freddy Mercury a Elton John, haciendo algo que queda bien.

La escena que recordamos hoy es quizá la más histérica, enérgica y pasional de toda la película, con una versión de la famosa canción de The Police (que para mi gusto supera con creces a la original) Un coro de voces y cuerpos entrelazados mientras presenciamos cómo el amor de nuestro protagonista se entrega al duque. Es una lástima que no pudiera ver esta película en el cine y tuviera que entrar a ver a sosa “El Pacto de los lobos”. La sensación al ver esto en una pantalla gigante hubiera sido muy distinta a recuperarlo en YouTube, y es que cada vez de lo veo, desde la forma en que la chica desciende por las escaleras, como una muñeca desmadejada, hasta el final, me ponen los pelos de punta.

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