Hay situaciones que me sacan de quicio. Y lo que más me molesta es que son situaciones tan insignificantes que cualquiera se reiría de mi si me quejara:
- Las tijeras de uñas de los niños que nunca está al alcance cuando finalmente están tranquilos lo suficiente para cortarles las uñas.
- La luz tan intensa de la lámpara de mi despacho que me deja ciega al encenderla
- La puerta del armario que está ligeramente dentada por lo que no cierra bien.
Son como mosquitos, estos pequeños inconvenientes. En vez de chupar sangre, chupan energía. Un mosquito casi no importa, treinta mosquitos te joden el día. Ha llegado el momento de recuperar tu energía.
El coste oculto de los pequeños agobios
No es tan difícil arreglar la puerta del armario. Podría comprar un segundo par de tijeras para tener uno en la sala y otra e la habitación. Solo hay que cambiar la bombilla para que la lámpara deje de agobiarme. Son soluciones sencillas, tan sencillas que siempre los dejo para mañana.
Y mientras espero mañana, me sigue molestando. El resultado es un cansancio irremediable que no solo me quita las ganas de resolver las pequeñas cositas, sino de atacar lo más importante. Son mosquitos tsetsé, estos pequeños agobios. Dan ganas de esconderse debajo de las sábanas y seguir durmiendo, seguir durmiendo...
No necesitas más descanso, necesitas menos distracción
Si por mucho que duermes sigues igual de cansada, puede que sean las pequeñas cosas que no dejan que tu cerebro descanse. Es por eso que inventé mi " hora del Just Do It ", en combinación con mi lista maestra de pequeñas mejoras me permite recuperar mi energía y mi tranquilidad - pasito a pasito.
¡Y tú también puedes!
Haz una lista de todas las situaciones en tu día a día que te agobian pero que tienen solución.- Tal vez tienes que hacer una limpieza a fondo de tu armario para volver a enamorarte de lo que tienes.
- Quizás tienes que tirar finalmente todas aquellas tazas de publicidad y cambiarlas por un conjunto que te gusta utilizar.
- A lo mejor puedes donar todos aquellos libros que "deberías" leer pero que en el fondo sabes que no los tocarás nunca.
No tienes por qué convivir con estos mosquitos que atacan tu tranquilidad. Tienes todo el derecho de sacar el mata-mosquitos o tu repelente de lemongrass para facilitarte el propio día a día.
Te toca a tí: ¡mata a estos mosquitos!
No es suficiente crear esta lista. Tienes que actuar sobre ella. Puedes dedicarte a ello utilizando la hora del Just Do It o puedes combinarlas con tareas afines (por ejemplo, la revisión de tu armario la puedes combinar con el cambio de temporada). Y cuando hayas exterminado todos los mosquitos que acabas de reunir en tu lista, haz una nueva lista para ir mejorando tu día a día constantemente.
Recuerda, la vida es un experimento, así que sigue probando para descubrir lo que te hace sentir mejor contigo misma.