En estos días se ha estrenado El Olivo, la última película de Iciar Bollaín, una historia con una fuerte carga de compromiso y valores, con el legado de una familia, con la conservación el patrimonio natural como forma de conservar las raíces en un territorio. Y se trata de una historia que es verdad y a su manera, está ocurriendo en algunas zonas de España.
Coincidiendo con la misma, nos llegó la noticia de un proyecto que ya conocíamos pero que empieza a dar pasos mucho mas sólidos e importantes para poner en práctica la recuperación del patrimonio natural, es Apadrina un Olivo y nos informaba de su reciente acuerdo con Hojiblanca, una de las empresas de comercialización de aceite de oliva mas importantes precisamente para colaborar en la recuperación de olivos centenarios. Como bien señalan, se trata de impulsar un modelo diferente de apadrinamiento, centrado en la recuperación del patrimonio natural y en el que la acción de la empresa Hojiblanca sirve para fomentar la captación de padrinos y madrinas.
Padrinos para la conservación del patrimonio natural
¿En qué consiste el proyecto “Apadrina un Olivo”? Pues en Apadrina un Olivo no plantan olivos, sino que recuperan olivos abandonados. Su objetivo de generar un modelo de economía sostenible que fomente la inclusión social en las áreas rurales, apostando también por la revitalización de estas. Tomaron conciencia de esta problemática en un pueblo de Teruel, llamado Oliete, donde el éxodo rural, como en muchos otros tantos pueblos de interior, ha dejado devastadoras consecuencias, habiendo pasado en los últimos 100 años de albergar 2.500 habitantes a los 480 que viven a día de hoy en él.
Más allá de esto, la despoblación trajo consigo consecuencias en el plano agrario y ambiental. Con una economía basada en el olivo desde sus inicios -que aporta incluso la raíz del nombre al pueblo- Oliete se enfrenta a día de hoy al abandono de más de 100.000 olivos centenarios y la biodiversidad y el paisaje agrario asociado, desde hace entre 20 y 50 años.
Por esto, la recuperación del olivar centenario abandonado tiene múltiples beneficios ambientales. Se trata de árboles y suelos donde nadie ha hecho una labor desde hace 40 a 50 años, por lo que su recuperación evita su futura desaparición por efecto de una plaga o la escasez de nutrientes en el suelo o la pérdida de propiedades del mismo. Ademas la recuperación implica incrementar la capacidad de fijación de carbono de los olivos y del suelo, contribuyendo a la generación de servicios ecosistémicos de gran importancia. Sin olvidar que con todo este proceso devolvemos a la vida al olivo, los que tiene además múltiples beneficios para la biodiversidad regenerándola y conservándola.
Para participar, todos se inicia con la decisión de una persona o empresa de ser parte de la solución a través de este modelo de “apadrinamiento”, donde por una cantidad anual, viven una experiencia virtual y presencial sobre el proceso de recuperación de su olivo centenario. Experiencia enfocada desde la concienciación, educación e involucración del padrino en la problemática.
Los involucrados en el proyecto inician la experiencia eligiendo el olivo que quieren recuperar, hacen seguimiento del mismo a través de nuestra aplicación para el móvil “Mi Olivo” y el portal web del proyecto. Durante ese año podrán venir a conocer el proyecto y su olivo en una de nuestras visitas de Padrinos y Madrinas al Olivar, para terminar saboreando el fruto del trabajo bien hecho, recibiendo 2 litros del aceite que se haya obtenido de los árboles en proceso de recuperación.
Hojiblanca, raíces en su estrategia de RSC
Hemos hablado con Rocío Machín, como responsable de este proyecto dentro de Hojiblanca porque nos llamaba la atención como ejemplo de iniciativa de responsabilidad social corporativa que trasciende de lo habitual y trata de acercarse a aspectos vinculados con su actividad, creemos que se trata de una acción “con sentido”. “Desde Hojiblanca nos sentimos obligados a respaldar este tipo de iniciativas como referentes del mercado de aceite de oliva virgen extra que somos. Pretendemos servir como amplificador de proyectos como este, que se comprometen con la recuperación de olivos y del paisaje y los valores del olivar. En este caso podría parecer que un olivo centenario que ha quedado yermo es el único protagonista de la campaña, pero lo que nos parece muy interesante es que va más allá, que incide en la biodiversidad, la recuperación de la economía de una zona en declive y rompe una lanza a favor del medio rural“, nos ha comentado Rocío.
“No podemos quedar indiferentes ante la pérdida de árboles centenarios, ni como marca, ni como consumidores, y eso es algo que seguro compartimos con la gran totalidad de los ciudadanos,más allá de ser meros patrocinadores, también queremos ofrecer al consumidor de Hojiblanca, que ya reconoce la calidad de nuestro aceite de oliva Virgen Extra, la oportunidad de conocer nuestro compromiso con nuestra materia prima desde su origen. por eso con esta iniciativa queremos que se animen a apadrinar un olivo y queremos ofrecerle a través de Apadrinaunolivo.org el apadrinamiento durante un año de 100 olivos centenarios en la zona de Oliete en Teruel“, ha señalado para justificar el compromiso de su empresa.
A partir del 15 de abril, los consumidores encontrarán en las botellas de aceite de oliva Virgen Extra Hojiblanca información sobre la acción, que se prolongará hasta el 15 de junio. Los ganadores crearán una unión muy especial con su olivo, bautizándolo y siguiendo de cerca la evolución de la recuperación a través de fotografías que le harán llegar los agricultores del proyecto. También podrán conocer en persona su olivo, ya que es posible realizar excursiones a la zona de Oliete para visitarlo. Y como broche final, los ganadores recibirán dos litros de aceite de oliva procedentes de los olivos recuperados.
Para participar, los usuarios deberán registrarse en la web miolivohojiblanca.com, rellenar un formulario y adjuntar el ticket de compra para pasar a formar parte del sorteo. El nombre de los ganadores aparecerá publicado en el microsite miolivohojiblanca.com, aunque también serán contactados mediante llamada telefónica y correo electrónico, en el que encontrarán un link para acceder a la plataforma de Apadrina un Olivo.
Las cifras de impacto de proyecto
Una de las cuestiones que siempre nos interesa en torno a este tipo de proyectos de responsabilidad social y sostenibilidad es el impacto generado, mas allá de si el proyecto ha sido exitoso en su desarrollo, si ha cumplido con los objetivos de generación de valor social o ambiental perseguidos, si ha generado impacto positivo. Y parece que ya está siendo así.
Hasta la fecha el proyecto Apadrina un Olivo ha logrado generar un total de 3 empleos fijos y 15 eventuales para los diferentes picos de trabajo, además de 1800h de inserción social de la mano de ATADI (Asociación Turolense de ayuda a la discapacidad Intelectual) Por último, se han contabilizado un total de 800 Padrinos y Madrinas que han pasado un fin de semana en el pueblo para conocer sus olivos y el proyecto, generando un valioso y muy importante volumen de turismo rural.
También es muy importante el valor de las acciones de reforestación en el desarrollo de una región y la conservación del patrimonio natural y el paisaje, puesto que dejar morir esos 100.000 olivos centenarios degradaría de manera importante tanto el territorio y su potencial para uso agrario, sino sobre todo su paisaje, lejos de eso, se fomentan los servicios ecosistémicos y sus beneficios y desde un punto de vista económico, el proyecto prevé poder generar en los próximos 5 años un total de 10 empleos fijos siendo un 50% de los mismos personas procedentes de la asociación de ATADI.
Aún estáis a tiempo de participar en esta iniciativa y ser padrinos de un olivo centenario a través de Hojiblanca. Seguiremos haciendo ECO de iniciativas con sentido como esta.
@tehagoeco
Creamos y hablamos de sostenibilidad
Blog corporativo de Sostenibilidad a Medida, empresa social de constructoría de sostenibilidad