Recurso educativo: cuentos personalizados.

Tal y como os comentaba en la anterior entrada, los libros que la semana pasada nos trajimos de la Bebeteca me activaron la neurona a la que o haces callar cediendo a su eco (aunque sea con un experimento), o me martillea diciendo que no he hecho un esfuerzo… Así que decidí probar a crear para Emma un cuento personalizado. Estaba fácil la cosa, no os creáis, porque no debía darle mucho a la prosa ni al verso para sus recién estrenados 22 meses y me decanté por una prueba estilo collage para ver si le parecía interesante el tema antes de ponerme a fabricar una colección a mayores, jajaja. Os lo muestro por si os inspira a crear vuestros propios cuentos para niños:

La verdad es que la pequeña de la casa se quedó muy sorprendida de encontrarse a sí misma entre las páginas del mini cuento, y todo su interés era poder cogerse. ¡No me digáis que no es un cuento interactivo!

Para elaborar el cuento utilicé mi material más preciado, ese del que os he hablado en muchas actividades como aquí, porque es muy cómodo (no necesita pegamento) y queda protegido con el film transparente a la vez que permite la reutilización de los materiales. Unos recortes de revistas, otros impresos, y fotografías del protagonista son suficientes para que dejéis volar vuestra imaginación y la de vuestros hijos creando un cuento totalmente personalizado y único. Personalmente creo que a los niños más mayores les encantará disfrutar de sus propios libros donde sean ellos los protagonistas, y además creo que nos facilitará a los padres muchas oportunidades de enseñanza de valores y emociones hechos a su medida. ¿Os imagináis poder favorecer una etapa o circunstancia particular de su crecimiento con este tipo de cuentos?

Cuando mi hijo mayor lo vio me dijo: ¿me ayudas este fin de semana a hacer uno yo? ¡Me emociona cuando mi hijo se inspira en algo para poder crear! ¡Me apunto! Así que como quién no quiere la cosa… ¡la oportunidad me llegó doble!

¿Y qué me decís como regalo para niños? Es que no paro de ver tantas posibilidades…

Aunque Emma es pequeña, este experimento me ha servido para observar que es una buena actividad infantil con múltiples posibilidades educativas. ¡Si tuviera más tiempo… ponía a la neurona a clonarse!

¿Os ha parecido interesante este recurso educativo? Estoy segura de que os puede inspirar para crear cuentos personalizados para vuestros hijos que los hará sentirse tan especiales como los sentís vosotros. ¿Qué nuevas ideas se os ocurren?