
A lo largo de la historia, ser zurdo ha sido considerado algo negativo; la palabra latina sinister quería decir 'izquierda', precisamente la palabra «siniestro», que también significa 'zurdo' («a diestra y siniestra») tiene unas connotaciones negativas que todo el mundo conoce. A los niños zurdos se les ataba la mano izquierda a la espalda para que aprendieran a escribir con la derecha. Se habla así, en Francia, de «zurdo contrariado» para calificar a un individuo naturalmente zurdo, pero que se le ha constreñido a volverse diestro. Zurdo se encuentra en gallego (man zurda), portugués surro, churro, churdo ('ruin, vil, sucio'), bearnés: sourrou ('avaro, maleducado') y el euskera zuhur ('avaro, agarrado') y zurrun ('inflexible, pesado'.

Desde hoy tendríamos que dar la vuelta a la tortilla, al pensamiento progresista, la igualdad social y la intelectualidad tendríamos que ubicarlos a la derecha; al conservadurismo, la religiosidad, el capitalismo aberrante, y las mentes retrógradas ubicarlas en el lado siniestro que es donde realmente han estado todo este tiempo.

