Sin embargo, circulan muchos conceptos equivocados sobre nuestro accionar en las redes como Twitter, Facebook, Google Plus, LinkedIn etc. Ignorado los hechos importantes de forma invariable.En este artículo mencionaremos las creencias más comunes en las redes sociales:
Creencias incorrectas
El ciberacoso está por sus fueros en las redes sociales.Las redes sociales de primer nivel como, Twitter (Bloquear y reportar como spam), Facebook, (denunciar, bloquear) Google + (Marcar como spam o uso inadecuado), son muy seguras y ofreciendo estas herramientas a los usuarios para denunciar el ciberacoso.Todo lo que se dice en ellas queda registrado y cualquier expresión ofensiva o intimidatoria puede ser denunciada con inmediatez a los responsables mediante procedimientos al alcance del usuario. En la mayoría de los casos, estos actúan de forma tajante con acosadores, amenazadores o calumniadores. La libertad de expresión es absoluta.Es una carretera de doble via, tal y como nuestras opiniones y acciones también están sujetas a su supervisión. En las redes sociales no podemos decir lo que queramos; si lo hacemos, es bajo nuestra responsabilidad. Para las redes rige la misma ley que fuera de ellas: libertad de expresión dentro de los límites del respeto a la integridad física y moral de los demás.Las compañías de redes sociales verifican nuestros comentarios para vender nuestros datos.Es uno de los mitos más arraigados en la mente de los usuarios de las redes sociales, si bien es cierto que recogen datos sobre los usuarios en función de las opiniones que esparcimos y los contenidos que compartimos, pero lo hace para mejorar la publicidad que nos ofrece. No se ha podido demostrar que las compañías de las redes sociales vendan toda la información que tienen sobre nosotros.Lo que decimos en las redes sociales lo puede leer todo el mundo.En todas las redes sociales hay herramientas para limitar la privacidad de nuestra actividad. Por eso, antes de utilizar una red es importante informarse sobre sus condiciones de uso y las herramientas para manejar la privacidad.Mientras más seguidores y contactos mejor. El número de seguidores, amigos y contactos no define la calidad de nuestra experiencia en las redes sociales. Estamos en ellas por muchas razones: Para expandir nuestras ideas, para opinar sobre la actualidad, para conectarnos con nuestros seres queridos, para recibir el mayor número de información posible... . Lo idóneo es centrarse en la calidad de lo que compartimos, no en la cantidad.Realidades
En las redes se comparte, no se compite. Las redes sociales deben enriquecernos como personas porque nos acercan más a otros y nos permiten llegar a una información de mayor calidad, tanto humana como intelectual. Pero no son un sitio para demostrar que somos los mejores. Si tomamos este último enfoque, acabaremos sintiéndonos muy solos dentro de ellas.A mayor privacidad, más limitaciones de uso. En todas las redes sociales, el límite a nuestra privacidad lo ponemos nosotros. Está en nuestras manos decidir tanto a quién seguimos en una red social como quién nos sigue o quién puede leer nuestras informaciones. También podemos limitarlas a ámbitos más o menos cerrados e incluso evitar la difusión pública de nuestros mensajes. Es importante definir bien los grados de privacidad que queremos imponer en nuestras comunicaciones.Las redes no son un sitio para demostrar que se es mejor que nadie. Se debe asumir, no obstante, que la esencia de una red social es poner en contacto al mayor número de personas, por lo que a mayor alcance de lo que se comparte, hay más posibilidades de interacción.Las redes no son gratis. Aunque pueda parecerlo, en las redes se paga un precio por su uso, que no es en pequeño. Ponemos a disposición de la red un gran volumen de información personal, aunque anónima, que se usa para hacer estudios de mercado o para el envío de publicidad personalizada. La alternativa a no ceder estos datos es no usar las redes sociales.A las redes hay que entrar con formación digital, pero también personal. Una red social, aunque amplifique mucho los mensajes de los usuarios, o les dé posibilidades muy creativas, se guía por los mismos códigos que la calle. Hay que ser elegantes y no ofender a los demás, ni compartir contenidos ilícitos o emitir opiniones que inciten al odio racial, de género, ideología o religión. En este sentido la ley rige igual que en el mundo real e, incluso, tiende a endurecerse. Somos responsables de nuestras propias acciones el Internet no es, ni lo ha sido nunca, un refugio anónimo.Detrás de cada contacto se esconde una persona, para bien y para mal. Uno de los objetivos de estar en una red social es la de contactar con nuevas personas y mantener amistades a distancia. Pero la búsqueda de nuevos contactos significa tratar con individuos a los que podemos gratificar u ofender con nuestras opiniones o con los contenidos que compartimos. También son personas que podrían hacernos daño si nos si nos exponemos demasiado a ellas sin conocerlas, por lo que conviene ser cautos.Fuentes: Consumer.es, Eleconomista.es, wiikipedia.org