La sencillez de las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien.
Así definiría yo White Musk de The Body Shop que, tras varios años siendo uno de los best sellers de la marca, se reinventa.
The Body Shop creó esta fragancia en el año 1981 y la propia Anita Roddick, fundadora de la marca, fue la que le dio el visto bueno para posteriormente ser lanzada a la venta con el nombre de Musk 2385.
Y, poco después, se convirtió en White Musk.
Lo que diferencia a White Musk del resto es lo que marca la diferencia también entre The Body Shop y otras marcas.
Y es que White Musk fue la primera fragancia a base de almizcle sintético que se comercializó y, como todos sabemos, The Body Shop es una marca muy concienciada con la protección de los animales (el almizcle auténtico se extrae del ciervo mediante métodos bastante dolorosos y crueles).
Hace unos días cuando la recibí y la olí, me transportó a mi adolescencia ya que fue uno de los primeros perfumes que utilicé por su fresco y porque me encantaba como olía.
Recuerdo que por esa época se llevaba mucho este tipo de perfumes, al menos entre la gente de mi edad.
Y es el frecor de White Musk lo que me sigue atrapando.
Y más ahora en verano, una época del año en la que buscamos el frescor también en las fragancias.
¿A vosotras también os gusta White Musk? ¿Sois de las que huís de las fragancias densas en verano o usáis la misma durante todo el año?