Revista Cultura y Ocio

Reencuentro: Fred Uhlman

Por Mientrasleo @MientrasleoS


Reencuentro. Fred Uhlman
     "Entre los dieciséis y los dieciocho años, los jóvenes combinan a veces una cándida inocencia, una pureza radiante de cuerpo y mente, con un anhelo exasperado de devoción absoluta y desinteresada. Generalmente esa etapa sólo abarca un breve lapso, pero por su intensidad y singularidad perdura como una de las experiencias más preciosas de la vida."
     Que la Segunda Guerra Mundial es un tema que me atrae no es ningún secreto. Y que me gustan las historias humanas tampoco. Por eso, y aprovechando que muchas veces un libro te lleva a otro y buceando tras haber leído Paradero desconocido, llegué a esta pequeña joya que os traigo hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual, Reencuentro.
     En la convulsa Alemania de 1932 se conocen Hans, un judío hijo de un médico, y Konradin, un aristócrata. Coinciden juntos en la escuela y congenian apareciendo entre ellos una fuerte amistad que se verá separada por el nazismo y la Guerra. Hans vivirá exiliado treinta años hasta que consiga saber nuevamente del que fuera su gran amigo.
     Una vez más traigo un relato largo o novela corta de unas cien páginas que dura apenas un rato. Y sobre la que hay que tener especial cuidado a la hora de hablar, para no estropear un magnífico final.
    Uhlman nos habla de la amistad como sólo puede entenderse en la adolescencia. Ese momento en que los amigos se convierten en ejes casi de opiniones y gustos y de cómo se forja la amistad entre estos dos jóvenes. Ajenos a lo que sucedía en su entorno incluso cuando comenzaron a verse afectados. Porque uno de ellos era judío, y eso se dejaba notar en el trato. Pero no hará de ello un drama el autor, sino que lo adaptará perfectamente a la mentalidad propia de la edad de sus protagonistas personalizando gestos que debieran de haberles dado pistas. Asistimos a las reacciones de las familias, las casas y, finalmente, el viaje de Hans, que es además el narrador de la historia. Konradin tal vez tomará un rumbo político. Pero Hans no olvida a su amigo y no nos deja olvidarnos su amistad ni durante ese lapso de treinta años del que hará un resumen veloz. Hasta llegar al Reencuentro.
     Ya he comentado alguna vez que no me gustan los libros que hacen dramas con la intención de captar al lector sensible. Y este libro no lo hace. De hecho está escrito de una forma bastante ligera, lo que unido a su extensión provoca que se nos escape la historia de entre las manos hasta llegar a un final absolutamente demoledor para cualquier lector. Un final de esos que provocan ganas de volver a leer la historia por puro placer.
     No diré que es el mejor libro que me haya topado, pero si que es uno de esos libros que dejan huella. O tal vez sea porque las historias de amistad me parecen mucho más bonitas que muchas historias de amor. En cualquier caso, es una lectura que no deberíais dejar pasar.
     Y vosotros, ¿sois de lecturas románticas?
     Gracias
     PD. Aprovecho para recordaros que sigue el plazo abierto para participar en el sorteo de Ruth aquí.


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