Revista Espiritualidad

Reflexión es hábito de vida

Por Antonio Parcela @AntonioParcela

      El aplicar Productividad Personal a mi vida me ha dotado de dos hábitos que todos tenemos aunque muchos hayamos olvidado: la capacidad de reflexionar y de no preocuparse innecesariamente.

    En la mayoría de ocasiones consigo conocer qué tareas tengo inmediatamente pendientes por hacer porque las tengo registradas en mi sistema. Esto me permite disfrutar del momento, puedo estar en mi cafetería preferida con dos buenos amigos y gozándolo:

  • Se que por espacio de dos horas voy a estar completamente dedicado a ellos porque las tareas que tengo pendientes por hacer ya las tengo delimitadas cuando las voy a hacer. Ahora me abandono a disfrutar.
  • Por ese espacio de dos horas soy la persona más libre haciendo realmente una única tarea.
  • Estoy donde quiero estar y haciendo lo que quiero sin evadirse mi mente hacia el trabajo que tengo pendiente para mañana o si tengo tomates en la nevera.

Esto lo puedo hacer porque previamente he hecho reflexión al planificar mi día o semana.

Reflexionar
Sería tonto tener que preocuparme por si tengo que finalizar un informe o realizar una llamada pendiente si en ese momento (en ese preciso momento de dos horas) no puedo hacer nada. Estoy DESpreocupado: actitud que no siempre consigo al no tener la mente en calma por pensar en mil y una cosas que tendría que hacer.

     Es importante el uso de la reflexión cuando practicas productividad.

     Yo me la he dividido en dos parcelas: de pecho para afuera y de pecho para adentro  o lo que es lo mismo:

  • Reflexión externa: es aquella que no haces las cosas sin control; que no haces las tareas porque te han encomendado hacerlas sino que sabes cual es el objetivo de tenerla finalizado y tú mismo te programas el tiempo que vas a estar con ella.
  • Reflexión interior: Reflexión hacia dentro para cuestionar con tu mejor amigo (contigo mismo) si crees que lo estás haciendo bien y si no hay otra manera mejor de efectuarlo; de optimizar tus labores.

Reflexión externa

La gente cambia con el tiempo y yo, como gente que soy, no soy ninguna excepción.

Hay teorías que opinan que no es bueno echar la vista atrás porque sigues poniendo tu atención en vivir en el pasado y, como almacenar recuerdo en una estantería, te lastran en la vida; esto es, supone un peso que no te permite avanzar hacia adelante, hacia convertirte en la persona que quieres ser. Cuando conocí el término de Gestión del Tiempo me gustó porque me daba un tiempo “extra” para dedicarlo a lo que me producía placer. Cada uno disfruta no solo cuando puede sino también cuando quiere. Yo en ocasiones echo la vista atrás para comprobar cómo he evolucionado comparándome con quien yo era hace 10 años. Es una sensación agradable ver el camino recorrido y comprobar que no todo lo has hecho mal. Saber qué lecciones has aprendido en este tiempo.

Reflexión interior

Es aquel tiempo de reflexión que empleo en cuestionarme cómo lo estoy haciendo no sólo con las tareas encomendadas que me he encomendado, a las que me he comprometido, sino en

  • conocer si honestamente estoy empleando bien mi tiempo en hacer las cosas que yo quiero hacer y no en cumplir satisfacer a otros,
  • si no estoy descuidando a gente muy cercana a mí por no disponer de tiempo y por tanto no prestándoles atención,
  • si estoy cumpliendo con los planes que tengo trazados para mí (ver cual es el rumbo del barco donde me encuentro).

Psicológicamente es más fácil y cómodo no hacer ninguna reflexión para evitar el tener que reunirse con uno mismo y mirarse cara a cara tus virtudes y sin duda tus defectos aumentados. Yo se de personas (yo mismo también lo he hecho) que hacía en el día mil cosas distintas para tener la mente ocupada y no quedarse a solas con tiempo libre para evitar pensar y no tener que darme cuenta que no estaba llevando una vida que me gustara.

Es la táctica del avestruz de enterrar la cabeza en la arena y pretender que los problemas no existen, que si no los atacas los problemas desaparecerán solos.

La reflexión te permite tomar altura para cuestionar si el mapa de ruta trazado lo estás verdaderamente siguiendo y en caso que sea que no, desandar el camino para volver a elegir el camino correcto.

                                                         ———- o O o ———-

 

La próxima semana hablaré de la despreocupación. Mientras tanto, reflexiona de cuantas cosas nos preocupamos sin que sucedan, de cuantas cosas tenemos miedo y ya una vez pasadas hemos comprobado que no eran para tanto y que era inutil el tiempo dedicada a esta preocupación.

Buena semana. Disfrutadla y aprovechadla. Sea buena o mala, nunca va a volverse a dar.

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog