Empezamos la semana del amor, que este año también cuadra con la ¡semana de Carnaval!. Sin entrar en discusiones acerca de la existencia del día de los enamorados y de la necesidad o no de este día, dejamos hoy una reflexión acerca de las cosas importantes de la vida inspirada en el best seller “El monje que vendió su Ferrari” de Robin Sharma.
Desde pequeños, cuando nos piden ordenar las cosas importantes de la vida entre salud, dinero y amor, muchos no sabemos establecer una jerarquía clara.
Sin salud nada tiene sentido. Puedes contar con el mejor amor del mundo que no lo valorarás y puedes poseer la mayor fortuna que no la disfrutarás. Mucha gente dice aquello de “pero con dinero ya tienes más salud asegurada, siempre puedes ir a los mejores médicos”. Lo cierto es que si llega una enfermedad importante y no la coges a tiempo ni todo el oro del mundo te salvará. Si bien es cierto que tanto el dinero como el amor ayudan a tener una mejor salud pero no lo determinan. En suma, creo que lo más claro que tenemos en la escala de cuestiones importantes es que la salud ocupa el primer escalón.
Sin dinero puede que no disfrutes de la vida como la has idealizado. Está claro que todos queremos tener la mejor casa, el mejor coche, viajar a todos lados sin importar el presupuesto… hacer todo lo que queramos sin restricciones monetarias. La avaricia y la codicia forman parte de la propia naturaleza del ser humano. Pero como ya hemos dicho, sin salud no podrás disfrutar de todo esto. Sin amor hay gente que dice disfrutarlo y gente que no.
Sin amor puede que no tengas unos objetivos claros en la vida ni una razón de ser. Pero por mucho que tengas amor necesitas de salud para vivir. Y siempre necesitas mantener un nivel monetario para tener una vida sin agobios. Hay que decir que dentro del amor se debe incluir también la amistad, el amor por los amigos, y las personas somos seres sociales, que necesitamos del contacto con otros.
En resumen, todo parece resultar necesario y la jerarquía no es fácil de resolver. Cada persona tendrá sus preferencias y su orden establecido. Pero basándonos en la lectura de “El monje que vendió su Ferrari”, donde básicamente un multimillonario que ha sufrido un infarto que a punto estuvo de costarle la vida decide cambiar su estilo de vida por otro no centrado en su fortuna monetaria, quizás merece la pena restarle un poco de importancia al dinero.
Hoy queremos reflexionar sobre que el dinero no es lo importante, no da la felicidad. Si bien es cierto que ayuda en ella. Aprovechando que se acerca el 14 de febrero, queremos expresar desde aquí nuestro deseo de que subáis en vuestra jerarquía personal al amor. Al final con lo que nos quedamos todos de este mundo es con la gente que nos quiere y a la que queremos. Así que, al menos hoy: ¿SALUD, AMOR Y DINERO?…