Refugio es la primera incursión de Harlan Coben en la literatura juvenil, y el resultado no ha sido tan brillante como cabría esperar. Algunos detalles de la novela me han llegado a chirriar, especialmente las actitudes de algunos personajes. Mickey es un chico inteligente, muy seguro de sí mismo y a la vez un tanto pasota. No le interesa la popularidad. Es el personaje más logrado, con el que más se puede identificar el lector. A su lado en esta aventura se encuentran Cuchara y Ema. El primero es un chico marginado que no para de hacer y decir cosas fuera de contexto, en ocasiones hasta ridículas. Por su parte, Ema es una chica despreciada por los populares en el instituto debido a su peso y sus vestimentas góticas. Tiene carácter y podría haber sido un personaje más interesante, pero se desperdicia sobremanera.
Coben intenta acercarse al público joven plasmando clichés y estereotipos habituales en otras novelas de corte juvenil, pero de esa manera lo único que ha conseguido es que los personajes parezcan un poco forzados. ¡Todos los alumnos del instituto parecen sacados de una película cómica americana de los años 90!
Podría definir Refugio como un libro playero o piscinero. Es la perfecta lectura ágil y sencilla que entretiene y te hace seguir leyendo página tras página, pero que carece de ese encanto de las novelas que recuerdas a pesar del tiempo.