Revista En Masculino

Reglas para el cuidado de las corbatas

Por Luisantonio @LuisAntonioER

Como ya he mencionado en otras ocasiones, la corbata es el accesorio masculino por excelencia, esta no solo es el complemento principal de la camisa y el atuendo en general, sino que también es un accesorio delicado y como tal debe tratarse de manera apropiada, con los cuidados pertinentes para evitar causar daños irreparables a la misma.

Tomando esto en cuenta y como amante de las corbatas que soy, decidí redactar esta entrada para dar algunas recomendaciones sobre el tema y ayudarte a prolongar el tiempo de vida de tus corbatas.

Corbatas

Regla #1: La plancha y la corbata no son amigas.

Uno de los grandes errores que cometemos en muchas ocasiones es pensar que toda la ropa puede ser tratada de la misma manera, nada más alejado de la realidad. La regla número uno del cuidado de las corbatas es que las corbatas NO se planchan.

De tratarse con el debido cuidado, una corbata de buena calidad no debería arrugarse con tal facilidad, aún así, en caso de que aparezcan arrugas (que tiene toda la lógica del mundo tomando en cuenta que es un accesorio de tela al que se le hace un nudo y permanece así por largos espacios de tiempo) lo ideal es tratarlas únicamente con vapor y en caso muy extremo se puede usar la plancha, pero siempre protegiendo la corbata con un trapo o una toalla para evitar los daños que esta ocasiona.

Y, ¿por qué tanto cuidado si es solo una corbata?, pues usar la plancha para eliminar las arrugas de la corbata con el tiempo termina por modificar su color, su textura y causa daños irreparables al material.

Regla #2: Evita a toda costa manchar tus corbatas.

Seamos honestos, los accidentes ocurren y no hay piezas de nuestro atuendo que estén más expuestas a ellos que la camisa, principalmente la blanca, y la corbata, entonces es entendible que una corbata se pueda ensuciar, tomando en cuenta el área en que se encuentra la misma y que está expuesta a todos los peligros que sugiere la comida o cualquier otro elemento con el que la misma se pueda rozar en determinado momento.

Aún así, al llevar una corbata es de suma importancia que tengamos el debido cuidado para evitar que esta se ensucie ya que las manchas en la corbata son más difíciles de remover que las manchas en otras prendas.

Regla #3: Si se manchó, evita los quitamanchas.

¿Cómo lidiar con una corbata manchada?; una corbata manchada en el 90% de los casos es una corbata perdida, pero no es fácil dar por perdido algo que te gusta tanto, por lo que es entendible que intentes remover la mancha, pero ojo, por ningún motivo, al intentar remover la mancha de una corbata, utilices un quitamanchas y peor aún clorox.

Los removedores de manchas tienen la particularidad de aclarar el área manchada, lo que forma una especie de aro alrededor del área y acaban con el color y el brillo de tu corbata, además de que pueden causar también daños irreparables al material. Lo ideal es tratar la mancha lo antes posible, entre más reciente esté, mejor, de esta forma se evita que la mancha penetre el material.

Regla #4: Las corbatas no van a parar a la lavadora.

La lavadora no es lugar para las corbatas, esta puede dañar drástica y permanentemente tanto el material como el color de la corbata.

Si tu corbata resulta manchada puedes tratar la mancha con una esponja o un trapo suaves para aplicar agua fría sobre ella, en caso de necesitar una limpieza más profunda, con mucho cuidado te puedes apoyar de un cepillo de dientes y un poco de jabón, eso sí, procura usar un jabón neutro.

Lavanderías y tintorerías no son recomendables, pero en caso de llevar la corbata a uno de estos lugares, para lavar (no planchar), procura el lavado sea en seco y ten siempre en cuenta que este proceso no funciona con todos los materiales, la seda, por ejemplo, pierde su brillo luego del lavado en seco y esto tiene mucho que ver con los químicos que se utilizan para el proceso.

Corbatas

Regla #5: El nudo se deshace a la inversa de como se anudó.

Ya dije antes que las planchas no son aliadas de las corbatas, todo lo contrario, pero entonces ¿cómo evitar que una pieza de tela que va anudada al cuello se arrugue?.

Por el simple hecho de usarlas, las corbatas se enfrentan diariamente al peligro que representan las arrugas y para evitar que esto se de hay una recomendación importante, el nudo de la corbata se deshace en sentido contrario a como se anudó, no tirando del mismo.

Con el tiempo en el área del nudo se marcan de manera notoria las arrugas de una corbata que no ha sido tratada correctamente y hasta puede llegarse a deformar, de manera que no caiga recta hasta la hebilla sino que en algún punto se doble hacia un lado.

Regla #6: Es una corbata, no necesita estar tan apretada.

La corbata es parte de tu atuendo, por lo tanto es importante que estés cómodo llevándola, no es necesario apretarte tanto el nudo al cuello como para dejarte al borde de la asfixia, ni apretarlo de manera que la corbata esté a punto de romperse.

Apretar demasiado el nudo de la corbata también hace que con el tiempo la tela se deforme y que las arrugas se marquen de manera irreparable.

Regla #7: La corbata no se deja anudada, aprende a hacer el nudo.

Señores, es hora de aprender a hacer el nudo de la corbata, ya basta de dejar las corbatas anudadas para solo tener que acomodar el nudo y listo, el nudo de la corbata se hace en el momento.

La pereza, el apuro y el desconocimiento son algunos de los factores que nos llevan a esta mala práctica que con el tiempo acaba por destruir y deformar la corbata.

Regla #8: Invierte en un corbatero.

Uno de los grandes errores que se cometen con las corbatas es guardarlas de cualquier manera, he tenido la oportunidad de conversar con muchas personas y preguntarles cómo y dónde guardan sus corbatas y he recibido todo tipo de respuestas.

La manera correcta de guardar las corbatas es en un corbatero, en caso de no contar con uno, puede ser entonces en algún lugar donde se puedan mantener enrolladas, una gabeta por ejemplo, estas prácticas prolongarán la vida de la corbata ya que colgarla en un corbatero, hará que esta se estire con su propio peso, haciendo desaparecer de esta manera las arrugas.

Corbatas

Regla #9: No todas las corbatas se guardan de la misma manera.

A la hora de guardar las corbatas, no todas requieren del mismo cuidado, las corbatas tejidas, al contrario de las de seda por ejemplo, jamás deben colgarse ya que estas se estiran haciéndoles perder la forma eventualmente, la mejor manera de guardarlas es enrolladas.

Regla #10: Cuida tus corbatas hasta cuando vayas de viaje.

Una opción perfecta para viajar con corbatas y evitar que estas sufran daños en la maleta es comprar un portacorbatas, de esta manera nos aseguramos de que las corbatas lleguen en perfecto estado a nuestro destino.

En caso de no contar con un portacorbatas hay otros cuidados que podemos tener para evitar los daños como por ejemplo doblar las corbatas en dos y colocarlas arriba, una vez que se ha terminado de hacer la maleta o enrollarlas entre ellas y colocarlas en la esquina superior de la maleta para asegurarse de que no serán aplastadas por el resto del contenido durante el viaje.

#TipCyM: En algún momento leí algo que me pareció genial y es que si no cuentas con un corbatero o un espacio dedicado a tus corbatas enrolladas donde no sufran daños, una opción funcional es enrollarlas de la siguiente manera: toma la punta delgada de la corbata y envuélvela entre el pulgar y el dedo medio. Sin apretar enróllala sobre tu mano hasta que termines, una vez enrolladas colócalas dentro de un frasco de vidrio. Este método mantiene el tejido suave y ayuda a quitar las arrugas sin necesidad de colgarla.


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