EL REGRESO DEL SABOR CUBANO
Potaje de frijoles negros, ajiaco criollo, ropa vieja, sopa de plátano verde, yuca con mojo criollo… ¿A quién no se le hace la boca agua? Las recetas procedentes de Cuba nos sorprenden siempre por su exotismo, sus atrevidas combinaciones y, aunque no se diga mucho, por sus ricas propiedades dietéticas. Los frijoles, por ejemplo, son una fuente importante de fibra y proteínas, mientras que la yuca presenta un alto contenido en calcio. Sea por sus contrastes o por sus aportes energéticos, la cocina cubana ha atravesado fronteras y ha saltado a la fama, llegando incluso a tener hasta un papel relevante en la historia del cine.
Una cena revolucionaria
La gastronomía cubana se ha abierto paso en el cine en multitud de ocasiones. Una de las más célebres tuvo lugar en 1976, cuando Tomás Gutiérrez Alea dirigió La última cena. La película narraba la historia de un conde, dueño de una plantación de caña de azúcar, que invitaba a 12 esclavos a cenar para celebra el Jueves Santo. Aunque lo hacía con la intención de hablarles sobre las enseñanzas de Jesucristo, la cena finalizaba de forma bastante accidentada y dramática para el conjunto de los esclavos.
Gutiérrez Alea llamó poderosamente la atención con La última cena, ya que la película denunciaba sin ambigüedades la explotación sufrida por los esclavos y la destrucción de la identidad afrocubana.
Dulces contra la intolerancia
Tiempo después, el mismo Gutiérrez Alea se sirvió del dulce para denunciar la represión por motivos sexuales que sufrían los homosexuales en Cuba en Fresa y chocolate. La inteligente película la codirigió con Juan Carlos Tabío, a partir de un cuento de Senel Paz.
Fresa y chocolate, que el año pasado celebró ya su 20º aniversario, estuvo nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa y lanzó a la fama a su protagonista, el actor Jorge Perugorría. El actor consiguió una de las más brillantes actuaciones de su carrera en el papel de ese intelectual gay que trata de demostrarle a un joven comunista que se puede llegar a convivir e incluso a compartir amistad pese a tener ideas y sentimientos completamente diferentes.
Al rico sandwich cubano
Mucho menos profundo se puso Jon Favreau, director de las películas consagradas al superhéroe Iron Man, cuando decidió celebrar las maravillas de los sabores cubanos. Favreau se encargó de escribir, dirigir y protagonizar la optimista comedia familiar Chef, película que se centra en la figura de un prestigioso cocinero que, después de perder su empleo en un restaurante de moda de Los Angeles, decide lanzarse a cumplir su auténtico sueño: recorrer el sur de Estados Unidos en una camioneta de comida ambulante en la que cocina los genuinos y auténticos sandwichs cubanos con la ayuda del que siempre había sido su fiel pinche.
Con Chef, un título en el que participaron estrellas de la categoría de Scarlett Johansson, Dustin Horffman, Robert Downey Jr., John Leguizamo o Sofía Vergara, su director consiguió que la gastronomía cubana llegara hasta el mismo corazón de Hollywood.
Regreso a los orígenes
Ahora que Cuba está en boca de todos por el acercamiento con Estados Unidos, promovido por el presidente Obama, el realizador francés Laurent Cantet, responsable de títulos como Recursos humanos o La clase, nos trae a las pantallas Regreso a Ítaca, una película de estilo naturalista que reúne a un grupo de amigos en una azotea de La Habana, donde celebran el regreso del exilio de uno de ellos y aprovechan para charlar sobre sus sueños, esperanzas y decepciones.
El escritor y guionista Leonardo Padura, autor de la novela La historia de mi vida, en la que se inspira la película, explica que Regreso a Ítaca «pretende ser la historia de unas vidas y, con ellas, a través de ellas, el retrato de mi generación. Seguramente no es el único retrato posible, pero sin duda representa el reflejo de muchas de las incertidumbres, anhelos, logros y frustraciones de un grupo de cubanos a los que los vientos de la historia han arrastrado con doloroso encono hacia un mar abierto en el que muchos no pueden distinguir un puerto de acogida y salvación».
El propio director, Laurent Cantet, añade: «Fue la generación que más acusó el “periodo especial” decretado por Fidel Castro a partir de 1992: unos diez años durante los que todos conocieron el hambre y unas privaciones tremendas, una economía de guerra en tiempo de paz y un endurecimiento político dirigido a detener la expresión de las frustraciones. Para muchos miembros de esa generación, el sueño se quebró entonces, cuando surgió el dolor producido por la comprensión de que gran parte de su vida no serviría para nada. Algunos intentaron adoptar una postura crítica, considerada en la época como una traición. Otros encontraron la forma de irse como fuera y acabaron exiliados en España o en Estados Unidos, el país del “enemigo”.»
Un estreno sabroso
Aunque la gastronomía cubana no es el elemento clave de Regreso a Ítaca, tiene su presencia en la película, ya que muchas de las conversaciones y recuerdos que comparten los protagonistas tienen lugar en torno a una mesa que les permite disfrutar de sabrosos platos.
Para darle más presencia aún al inconfundible sabor de la cocina cubana, la distribuidora de la película, Golem, organizó un original Showcooking para presentar la producción. La chef Daime Hernando, procedente de La Habana, se encargó de preparar un exquisito ceviche de langostinos con lima, pomelo, ensalada de algas, mousse de mango y chips de plátano, al que le acompañaron como degustación otros originales platos, como mini tostones rellenos con ropa vieja o bizcocho de coco y dulce de guayaba.
Ficha «Regreso a Ítaca»
Título original: Retour à Ithaque
País: Francia
Director: Laurent Cantet
Guión: Leonardo Padura y Laurent Cantet
Reparto: Jorge Perugorría, Isabel Santos, Fernando Hechavarría, Néstor Jiménez y Pedro Julio Díaz Ferrán.
Duración: 95 minutos.