Revista Cultura y Ocio
Arrímate a la rima, mamoncillo, que la rima calienta como hoguera ancestral de la tribu. Y no cualquiera sabe hacer fuego así. Un estribillo
es un buen combustible. Y, en el brillo de un espejo bien puesto, la frontera entre viejos países queda fuera del marco. Dale luego al molinillo que muele las palabras con soltura y con tino las mezcla y con cautela por no perder de vista su gobierno. Igual que ese gazapo que a la hura donde nació y mamó su cantinela siempre vuelve, así tú a este infierno. (Ya te dije que el fuego de esta lumbre es mucho más que una mera costumbre).