Revista Ciencia

Reinventarse a uno mismo

Por Angelrls @El_Lobo_Rayado
De nuevo siento vértigo ante el folio... la pantalla... en blanco. Si alejo la vista de mi propio portátil me encuentro con los 4 monitores que controlan los instrumentos del Telescopio Anglo-Australiano (AAT). Aquí, en la sala de control del AAT, es donde me encuentro en estos momentos. Ser astrónomo de soporte, estar en el telescopio ayudando a conseguir captar esos esquivos y débiles fotones de luz de estrellas y galaxias distantes, es algo que me define, me apasiona, es algo profundo dentro de mí. Quizá es consecuencia de tener el alma de astrónomo aficionado, aquel que no pierde la conexión con el cielo. Fuera, en la oscuridad del Observatorio de Siding Spring, mi cámara réflex continúa tomando fotografías del firmamento. Mientras tanto mi otro ordenador, a mi derecha, está intentando "reducir" unos datos del año pasado. Este proceso, ahora optimizado, es lento. Por eso he respirado profundamente, he vuelto a entrar a mi blog tras meses sin hacerlo, y he empezado a volcar mis pensamientos.
Muchas cosas han cambiado en los últimos tiempos. Lo más importante es que sigo vivo, porque estuve cerca de no contarlo en julio, en la fase más aguda del Guillain-Barré. Esta enfermedad, de la que estoy prácticamente recuperado, hizo que mi frenético ritmo de vida parase durante unos meses, en los que he profundizado en las relaciones con mi familia, mis amigos de verdad, mi hijo y mi pareja: a todos les debo mucho y me siento muy afortunado de tenerlos a mi lado (aunque casi todos en verdad estén en la otra punta del planeta, pero gracias a Whatsapp ahora estoy en mucho más contacto con ellos que cuando era estudiante en Granada, a 180 km de Córdoba). En estos meses también hemos cambiado de casa, yo aún no la he estrenado (nos dieron las llaves el lunes, cuando yo ya estaba en el AAT, deseando estoy que llegue el sábado para disfrutarla). Y desde el sábado pasado tengo la doble nacionalidad española y australiana.
Tras año y medio de incertidumbre también tengo un trabajo nuevo. Bueno, mejor dicho, el trabajo es el mismo, pero ahora mi afiliación es distinta. Una vez confirmado que Australia pasaría a ser socio estratégico del Observatorio Europeo Austral la continuidad de mi instituto de investigación, el Australian Astronomical Observatory, quedaba en el aire. Fueron tiempos difíciles, pero afortunadamente yo fui uno de los pocos astrónomos que pasaron a formar parte del ahora Australian Astronomical Optics (AAO) dentro de la Universidad de Macquarie (MQ). La transición ocurrió el 1 de julio de 2018. Los telescopios que antes eran gestionados por el AAO (el Telescopio Anglo-Australiano y el UK Schmidt Telescope) pasaron a ser gestionados por un consorcio de universidades australianas lideradas por la Australian National University (ANU), localizada en Canberra.
Mi trabajo en AAO-MQ sigue siendo realizar investigación astrofísica, proporcionar contenido científico en los instrumentos astronómicos que desarrolla el AAO, dar clases en la Universidad (me lo estoy pasando bomba impartiendo Física General de primero de carrera para estudiantes de Ciencias de la Salud), dirigir trabajos de investigación a estudiantes, y en última instancia hacer algo de divulgación. Ya no soy el "Jefe de Comunicación Científica" del AAO (mi puesto desde marzo de 2017 hasta junio de 2018), con un 50% de mi tiempo en actividades y eventos de divulgación, esta figura ya no existe en el nuevo AAO. Y, si soy sincero, tras todo el esfuerzo y empeño que puse estoy un poco decepcionado por el trato que he recibido en Australia en estas actividades (algo conté por esta historia en mi blog en inglés a raíz del programa de televisión Stargazing ABC en mayo de 2018). En los últimos tiempos incluso mirar Twitter me ha agobiado o deprimido, siendo una de las razones por las que tampoco he estado muy activo ahí últimamente.
En resumen, estoy aún en procesos de cambios y adaptación. Quiero hacer muchas cosas pero tengo que pensar en cuáles son las que me darán más rendimiento. El mundo no para aunque yo lo haga. A veces recuerdo con nostalgia mis tiempos de doctorado en el Instituto de Astrofísica de Canarias, cuando podía sacar tiempo para escribir buenas historias en el blog, sin la presión de las redes sociales, ni las obligaciones de ser padre de familia. Por ahora mi único compromiso semanal en cuanto a divulgación en español es el de escribir un artículo para el suplemento Zoco de Diario Córdoba. Con más de 300 artículos escritos en 10 años (comencé la sección de Astronomía en marzo de 2009) en los últimos años no he sido nada constante a la hora de compilarlos y darles más visibilidad. Subo de forma esporádica algunos a Naukas, pero poco más. Quizá debería comprometerme a hacerlo cada semana.
Pero de nuevo, como ya he contado otras veces, mi prioridad tiene que ser la investigación astrofísica y la divulgación en inglés. En eso estoy trabajando y vaticino más cambios en los próximos meses, según vaya adquiriendo un ritmo normal de trabajo sin la presión extra de estar sin casa o de estar aún en rehabilitación.
Cuando empecé a escribir no estaba seguro de lo que iba a decir. Aún estoy sobre la plantilla del blog de Naukas: creía que contaría algo más de ciencia y no, como he hecho, volcar cosas personales. He dejado fluir los pensamientos y ha salido así. Moveré esta historia a "El Lobo Rayado" porque es el lugar donde debe estar. Al fin y al cabo muchas veces en el blog he recogido mis reflexiones no pensado en quien los pueda leer sino en mí mismo. En tiempos pretéritos escribía y leía mucho más. También he tenido nostalgia de mi época epistolar y de libretas con mi letra de gato en estos meses, cuando he tenido tanto tiempo para pensar y reflexionar sobre mi vida.
Sí, lo que estoy haciendo estos meses es "reinventarme a mí mismo". Buen título para un post personal escrito principalmente para mí.

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