La electrostática es un fenómeno con el que nos encontramos a veces. Al salir del coche y cerrar la puerta podemos notar una pequeñísima descarga eléctrica, o al coincidir con otra persona…pero los verdaderos fenómenos eléctricos se producen en la atmosfera. Referencias: electrostática, Eyjafjallajökull, cargas eléctricas, diferencia de potencial, rayo, trueno.
El volcán de nombre impronunciable Eyjafjallajökull volvió a la vida después de 190 años, obligando a cerrar el espacio aéreo europeo ocasionando grandes pérdidas comerciales. Pero nos ha dejado asombrosas imágenes de rayos y relámpagos como las siguientes.
Como se forman estos relámpagos?
Cuando los gases y las partículas de polvo son expulsados por el cráter del volcán, lo hacen a muy elevadas temperaturas y a grandes velocidades.
Las temperaturas elevadas y las colisiones entres los átomos provocan que se ionicen, es decir, que pierdan electrones. Aparecen entonces los átomos cargados positivamente (en color rojo en las imágenes) y los electrones cargados negativamente (en color verde en las imágenes).
La velocidad de expulsión junto con los campos electromagnéticos que generan las propias cargas en movimiento produce su separación. Mientras la separación es homogénea, es decir, no aparece una zona cargada solamente positiva y otra negativa no aparecerá el relámpago.
Pero en el momento que las cargas positivas se han separado de las negativas como consecuencia de su diferente velocidad y la aerodinámica de la explosión, tenga en cuanta que los electrones son mucho más ligeros que los átomos, aparecen zonas cargadas positivamente y zonas cargadas negativamente.
Esta desigualdad eléctrica solamente se mantiene mientras el aire se comporte como aislante. No deja circular las cargas a su través. Pero en el momento que aparece una diferencia de potencial de 30.000 Volts por centímetro, el aire se vuelve conductor. En este preciso instante los electrones saltan de nuevo a los átomos ionizados, generando una gran corriente eléctrica que rompe (ioniza) las moléculas de aire, provocando la emisión de luz.
Es parecido a cuando a veces nos sacamos una camiseta rápidamente del cuerpo, al pasar por la cabeza se eriza el pelo, a los que lo tengan claro.
Al mismo tiempo el aire se caliente abruptamente, produciendo una rápida expansión que notamos como el trueno del rayo. Hay que tener en cuenta que es una explosión en el aire y por tanto viaja más rápido que la velocidad del sonido (340 m/s). En una tormenta el cálculo de la distancia a partir del tiempo que discurre entre el rayo y el trueno, multiplicado por la velocidad de 340 m/s no es útil.
Algunos incluso sugieren que estos rayos volcánicos son el origen de la vida. Puesto que el pasado geológico de la Tierra era muchísimo más activo que ahora, los relámpagos en los volcanes tenía que ser algo habitual. Tenemos las condiciones del experimento de Miller y Urey, agua, hidrogeno, amoniaco, metano y rayos.
Si usted se encuentra atascado en un aeropuerto por culpa de las cenizas del volcán, siéntase como pueda y déjese llevar por la imaginación, mientras los aviones no le lleven a ninguna parte.
Vean más imágenes del volcán Eyjafjallajökull .