Revista Cultura y Ocio

Relatos de absurdo contenido, relatos para todos

Publicado el 09 diciembre 2015 por Imosver

Relatos de absurdo contenido, relatos para todosEl relato, ese género no tan común como las novelas, suele estar presente en nuestras estanterías. Siempre gracias a aquellos que nos quieren acercar pequeñas historias que hagan su aparición en nuestra mente, para quedarse o simplemente para entretenernos.

Es el caso de los relatos de Manuel Guisande, autor gallego, quien nos pretende sumergir en sus pequeñas historietas, en “Relatos de absurdo contenido” con personajes de los más variados. Con estos pequeños protagonistas descubriremos locas historias que nos aproximarán a su realidad, o quizás nuestra propia realidad.

Un libro que nos dará otra perspectiva de las cosas

Sin duda, un libro que intenta dar la vuelta a todo aquello que pensamos dicho y hecho. Esa vuelta la veremos a través de los ojos de Guisande con una nueva perspectiva que nunca nos habríamos planteado de pequeños detalles de la vida cotidiana. Los relatos recopilados en este libro de Guisande se presentan de las maneras más diversas, desde el humor más desternillante, hasta la abstracción que nos hará meditar para captar la realidad de esa historia. ¿La pretensión de Guisande? Entretener a todos aquellos que se dispongan a leer su pequeña obra.

Podríamos incluso aventurarnos a decir que la propia portada del libro nos muestra de manera muy visual el contenido de este. Un ovillo desparejado con diferentes tonos de colores que quizás nos represente las diferentes historias del libro, todas entrelazadas por estar presentes en nuestra realidad. El autor de “Relatos de absurdo contenido” Guisande, ha conseguido plasmar sus ideas y pensamientos de manera ordenada pero sin perder su surrealismo.

Una manera divertida para abstraernos y entretenernos en cualquier momento con las representaciones de este fabuloso autor. Tras los ojos de aquellos que nos miran en la parada del autobús o simplemente se cruzan con nosotros en la calle, encontraríamos divertidas historias como las de “relatos de absurdo contenido”.


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