La cama todavía tiene el característico olor de la esencia sexual desparramada en la noche anterior. Una noche en la que todo se valía. Cuando dos cuerpos que hasta poco se conocían se unieron en fogoso deseo. El se arregla la corbata roja, que hace un no sutil contraste con el fondo blanco de su camisa.Acomoda su máscara mientras, vez tras vez, observa el cuerpo moreno de esa diosa sexual que yace en la cama. Como sintiendo la penetrante mirada de esos ojos castaño oscuros que salían de los agujeros del antifaz, se levanta y sienta entre las sabanas. Sus senos se ven deliciosos. La noche anterior presentaron un espectáculo danzante que le lleno de placer. Se acomoda sus cabellos con los dedos; usándolos cuan peines naturales.- Te vas temprano – le dice la deidad femenina; la Venus morena que está en la cama.- ¿No me dirás tu nombre?- ¡Sabes que no lo necesitas para dormir conmigo, Julia! – le responde con la voz más calmada posible.- Una rosa con o sin nombre no deja de verter su fragancia característica.- No entiendo del todo tu afán por ocultarte … no solo con esa mascara ocultas tu rostro, V, sino que tienes una máscara que oculta lo que en verdad eres …El, fijando sus ojos sobre ella, la mira con detenimiento. Ella es la única mujer que parece haber llegado cerca de conocer su verdadera identidad… no la física, sino la interna… ¡la espiritual! ¡La emocional!- Otra vez con tu psicología… jajaja… ¿No te cansas?Julia sonríe. Es una mujer diferente: bella, sexy, atrevida y nada sugestionable. Esas cosas, quizás, fueron las que le atrajeron. Ella es la única mujer con la que no funciono sus mascaras emocionales. Detrás de toda esa lujuria personificada. Tras todo ese deseo sexual. Ella nota un hombre que no lo ha dicho todo. - No es psicología – le responde.- solo que me gusta observar… no soy como esas tontas que has conquistado y llevado a la cama solo por tus palabras bonitas…- ¿Aja? – cuestiono con una sonrisa.- y, ¿qué te motivo tener sexo conmigo?- ¡Hago lo que quiero! Y me gusta todo lo emocionante y riesgoso pues soy una mujer que no teme y enfrenta lo que se presente.- Jajajajaja – rio en forma enérgica.- está bien, mujer maravilla.Se mira en el espejo. Observa su traje Armani gris oscuro que sirve de marco a su camisa blanca. Su reloj desentona. No es un rolex, sino una marca bien común. Toma sus llaves, las que son de un auto BMW negro parqueado en el subterráneo del edificio. Inicia su camino hacia la puerta que da a la sala del apartamento; para así salir de este. Esa mujer le intereso más. Fue la única capaz de entre ver mas allá de su inexpresivo semblante y de sus sutiles encantos de conquistador. - ¿V?- ¿Sí?- ¿Seguirás en tus conquistas nocturnas?- … jajajaja… y también diurnas – le responde sarcásticamente, en el momento que sale de la habitación.
Una cosa es cierta para ella. Ese hombre volverá a su cama, pues ella está segura de que sus encantos lograron algo que las demás no: interesarlo en esta diosa morena.