Revista Cine

Relecturas XCV: La JLA de Morrison y Porter. Parte I.

Publicado el 18 diciembre 2013 por Lord_pengallan

Esta es la mejor etapa de supergrupo de los 90 y una de las mejores de todos los tiempos, y estamos hablando de miles de comics. Estos son unos tebeos impresionantes donde se conjuga perfectamente lo clásico con lo posmoderno y lo raro con lo tradicional. Ya hablé de ella en los tiempos primigenios (lo más antiguo de la etiqueta JLA) pero vuelvo porque mi última relectura ha sido mucho más completa que aquella. Ahora tengo una visión de conjunto mayor y un poco más de perspectiva que me han hecho ver que es mejor de lo que me pareció la última vez.
Relecturas XCV: La JLA de Morrison y Porter. Parte I.
Esta etapa inicia un nuevo volumen de la JLA con el que DC rompía la decadencia de su supergrupo enseña devolviéndole sus mejores personajes (con ello enseñó a Bendis cómo había que renovar a Los Vengadores) y poniéndole al frente a su mejor guionista, Morrison, por entonces no tan reconocido y conocido como ahora. Este empezó muy fuerte ofreciendo una historia en 4 partes llena acción y dinamismo. Nada de comienzos lentos o intentar pescar al personal mediante la intriga de una historia que no se resolverá hasta un futuro lejano. Morrison no optó por comenzar como es típico en el mainstream posmoderno, sino de forma clásica, fuerte y al grano. Esta 1º historia, Nuevo orden mundial, que es un gran guiño a la Ciencia Ficción de los 50 (sus 4 partes se titulan como 4 clásicos del cine fantacientífico de aquella época: La humanidad en peligro (original: Them), Ultimátum a la Tierra (original: The day the Earth stood still), La Guerra de los mundos e Invasores de Marte fuente de inspiración para Lee&Kirby; guiño desapercibido por los traductores), establece una base para la  etapaal dar la definición de superhéroes que maneja su guionista. Así, Morrison enfrenta la JLA a un supergrupo, una versión oscura a varios niveles de Superman, que decide transgredir de forma populista los límites que la comunidad superheroica se autoimpone para justificarlos a la vez que presentar a los superheroes como seres cuasidivinos y de rebote utilizar esa autolimitación como una forma más de ensalzarlos al demostrar que el poder no los corrompe, especialmente a Superman, el superhéroe más poderoso de todos. A ver si los superhéroes son una forma de enseñar que el poder ha de ser responsable en vez de ilustrar la impunidad y el olimpismo del poderoso como piensa Moore. Sobre este subtexto hay una historia clásica, sigue el esquema de las 3 derrotas: los superhéroes vencen en 3 "batallas" a los supervillanos, les infligen una derrota moral (la legitimidad siempre es importante si se va a usar la violencia), una derrota intelectual (hay que planear el enfrentamiento directo) y una derrota física (que por muy espectacular y al límite que sea es puro trámite pues nadie puede vencer habiendo sido derrotado en las 2 anteriores), muy trepidante (el asalto a la atalaya de la JLA, una escena breve, es de las cosas más intensas que yo he leído en los superhéroes y su final heroico es conmovedor) y con un Batman enorme y terrible. Espléndida.
Relecturas XCV: La JLA de Morrison y Porter. Parte I.
Morrison resolvió el problema de empezar muy bien de la única forma posible, haciéndolo aún mejor. Así, el nº 5, "La mujer del mañana", es uno de los mejores episodios unitarios de toda la Historia del mainstream. Una pieza tierna pues tiene mucho de cuento infantil tradicional en la que Morrison usa brillantemente las claves del género superheroico para hacer una fábula de antaño con elementos actuales con mensaje conservador: el Bien siempre vence al Mal. Es un cómic muy emocionante, hay que estar muerto por dentro para no ponerse sentimental con el final de este cómic, y de su bondad habla el hecho de que a su prota se le hizo una "figura de acción" a pesar de que sólo aparece en esta grapa. A partir de esta historia Superman es el fugaz Superman azul, un intento de modernizar al kriptoniano cambiándole que estaba destinado al fracaso pues las editoriales siempre quieren atraer a nuevo público y por ello no pueden desfigurar a sus figuras populares. Una pena porque su uniforme es muy chulo y con una pocas modificaciones (poner la S amarilla y utilizar algo de rojo) podía haber servido para los N52.
Morrison es humano por eso en la siguiente historia, un díptico, el listón baja, de sobresaliente a notable. Como respuesta a no poder utilizar a Hawkman el escocés se inventó su propio héroe alado a partir de la mitología cristiana. Así, estamos en una historia con ángeles que le sirve a Morrison para redondear su concepto de superhéroe. Él los ve como la armoniosa unión del concepto de dioses míticos, es decir, seres hiperpoderosos pero mentalmente y emocionalmente humanos, y de los ángeles cristianos, es decir, su función no es rectora sino protectora o auxiliadora. Como los superhéroes son una creación estadounidense estos son virtuosos. Lo curioso es que aunque desde los 90 el género superheroico se ha desprendido del moralismo protestante, Morrison lo acepta y lo defiende. Así, en la 1º historia la JLA demostraba su cualidad o chispa divina y en esta demuestra que sus miembros son tan puros como los ángeles. Lo hace con un relato sencillo muy bien contado en donde Morrison, para variar, hace que Superman y Batman no opaquen a los otros miembros de la JLA, el defecto, si es que tiene alguno, de su etapa en este supergrupo. Esta historia tiene un spin off: la miniserie Paradise Lost no guionizada por el escocés.
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A este díptico le sigue otro, uno centrado en La Llave, un supervillano clásico magníficamente modernizado en esta historia, si bien por desgracia no ha sido utilizado. Es sencilla y de estructura muy clásica, está perfectamente desarrollada y demuestra que la clave no está en presentar una gran amenaza, esta comparada con las anteriores es menor, sino en crear tensión y presentar un desafío realmente complicado. Es decir, guionizar superhéroes es una cosa de ingenio e imaginación. Es una de mis historias favoritas de toda la etapa.  En esta aventura el escocés tiene la genial idea de trastocar una de las leyes del género, esta vez el supervillano planea que su derrota, inevitable como todos sabemos, le dé la victoria. Este torcimiento de la tradición le da la necesaria emoción a un relato simplote. Sin embargo, como siempre, la vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes (una gran definición de supervillano) así que la tradición y un elemento nuevo conservan al Universo tal y como está. Un gran presentación de un nuevo miembro de la JLA.
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Tras esto llegamos al final de esta 1º parte. Probablemente la mejor historia de Morrison con superhéroes: "El vaivén de las edades". Un título en el que se pierde el doble significado de rock, roca y movimiento. Esta es una historia muy ambiciosa y larga, 6 partes tiene, que anuncia Crisis Final de tal modo que esta puede verse como la venganza de Darkseid a lo que le hace Batman en esta historia. En "El vaivén de las edades" Morrison mete más temas suyos tales como la no linealidad el tiempo o la alquimia de forma que así hace nuevo y diferente el habitual enfrentamiento entre la JLA y su reverso tenebroso, la Banda de la Injusticia, esta vez comanda por Luthor, algo lógico dado la querencia que tiene el escocés por ese personaje. Es una historia de principio y fin convencionales pero con un núcleo espléndido, nº 12, 13 y 14, que anuncia lo que hace ahora Hickman de una forma peor y que da una lección a Bendis de como hacer el exorcismo de un futuro distópico de forma breve, emocionante y sobresaliente. Así debía haber sido La Era de Ultrón. En fin, en esta historia Morrison enreda mucho las cosas así que la JLA tiene que lidiar con múltiples conflictos, lo que da una sensación de urgencia pocas veces vista en el mainstream. Su núcleo, como acabo de decir, es fabuloso, intenso, espectacular y emocionante. La búsqueda del Grial con Linterna Verde como Perceval me parece genial pero el Universo dominado por Darkseid, mi 1º contacto con el 4º Mundo, es algo abracadabrante. Los detalles morrisonianos,  el casco-manos que emula a los 3 monos budistas (no ver, no oír, no hablar) por ejemplo, junto con las creaciones de Kirby (un aplauso por anunciar con sus cajas-madre los modernos cachivaches informáticos personales) hacen de esta historia algo magnífico con un final sublime por el feliz matrimonio entre lo poético y lo épico. Nada hay parecido al nº 14 en todo el mainstream. La tragedia del heroísmo y la derrota del Mal, que yo sepa, jamás han brillado tanto en un comic book. Emborrona un poco a pesar de sus buenas ideas el envoltorio convencional que además reutiliza la idea de que la victoria inevitable de los superhéroes es su derrota total. Esta historia es el momento clave de la etapa Morrison pues aquí presenta sus planes para todo lo que queda de ella. Si el principio son historias inconexas que tratan con éxito de comunicar lo espectaculares y maravillosas que son las aventuras de la JLA cuando esta formada por los mejores personajes de DC, a partir de aquí todo se subordina a un final donde lo mítico y lo bíblico se juntan, una amenaza terrible se acerca a desafiar a los dioses. Esta historia no tiene a Wonder Woman porque acababa de morir en su colección (vol. 2 nº 124 EE.UU.) y se cruza con Génesis, un evento cósmico de DC de interesante premisa pero de pésima ejecución pergeñado por el peor Byrne (el mismo al que se le ocurrió matar a la amazona). 
La bondad de esta etapa se debe a Morrison porque es el guionista de superhéroes más completo que existe pues domina todas las facetas de ese género, se le da mejor el humor y la acción (a pesar de ser un gafapasta no recurre al método tradicional de y ahora 3 páginas de pelea) que a Moore y es más sofisticado e imaginativo que Miller, a cambio es peor narrador visual y depende mucho más de los dibujantes que estos, y, sobre todo, a que a finales de los 90 estaba en su cima cretaiva (es cuando parió a Los Invisibles). Otras cosas suyas que contribuyeron a la excelencia de su trabajo en esta etapa son su portentosa imaginación, que no es más que una buena cultura tanto humanística como científica (cosa que siempre brilla por su ausencia en los guionistas estadounidenses), su profundo conocimiento del mainstream, sobre todo de DC, y su ambición. Lo que más destaca de su trabajo en su etapa de la JLA es que consiguió dar con la esencia de cada personaje. Esto hizo que sean de una pieza, es decir, héroes, lo que quita de en medio la debilidad y los defectos humanos, lo típico de Marvel, cosa que no está mal pues eso hace muy heroica a esta etapa (el heroísmo clásico no es superación). Nunca jamás, salvo en otros guiones de Morrison, Superman ha sido tan íntegro y poderoso (ver por ejemplo su pelea con el ángel Asmodel) y pocas veces Batman ha resultado tan duro y escalofriante como aquí. El escocés demostró en esta etapa, más que en Arkham Asylum, que era un guionista ideal para el caballero oscuro. Estos son los personajes más y mejor tratados por él pero también estuvo brillante con los demás pues les da su propio lugar aunque no evita que los 2 grandes los opaquen. Así, a Aquaman, me encanta su versión, un personaje que no tiene gran cosa que ofrecer en esta formación, lo hace admirable, a Wally-Flash y a Kyle Rayner (que hacía poco se había convertido en el Linterna Verde) les otorga la función cómica, algo necesario para rebajar la solemnidad y la gravedad de los personajes serios de la serie, en esta tarea pronto fueron reforzados por el  Hombre Elástico al que Morrison maneja muy bien ya que le gusta la comedia del absurdo y lo estrambótico, por eso le sobrevivió en la cole a pesar de ser un personaje incompatible con la gravedad y el nivel de la JLA, y al Detective Marciano lo salva de la redundancia poniendo de relieve su bondad, calma, sabiduría y sacrificio (ser pirofóbico es un gran handicap para un superhéroe). El único defecto en este ámbito es su caracterización de Wonder Woman. Morrison no supo que hacer con ella así que apenas participa con lo que hace más grave que la formación sea eminentemente masculina. También pasan fugazmente por la JLA Aztek, un superhéroe inventado por el escocés y un amigo suyo de nefando nombre, un novato simpático e interesante que representa la entrega y Flecha Verde, el hijo del original, que representa a la humanidad (es un jovenzuelo con arco) algo que no puede hacer Batman aunque él insista que a diferencia de los otros no tiene poderes, ello lo hace simpático y por eso da pena ya que no se merecía el futuro que le esperaba,
El que dibuja casi todo esto es H. Porter, un tosco dibujante demasiado empapado de noventerismo pero que a mi gusto hace un buen trabajo ayudado por las estupendas tintas de J. Dell y el apañado coloreado de P. Garrahy. La imaginación de Porter saca todo el partido a los personajes que dependen de esa faceta autoral, el anillo de Linterna Verde y el proteísmo de el Hombre Elástico están muy bien defendidos aquí, y su sentido estético da claridad a las viñetas. Así pues, aunque el dibujo está muy lejos de la calidad de los guiones estos están plasmarlos con eficiencia y cierto atractivo. Mención especial a O. Jimenez, un buen dibujante realista vago con los fondos que se perdió por su mala profesionalidad, porque hace un gran trabajo en el díptico de la Llave. Por completismo menciono a G. Frank y a G. Land porque ayudaron a Porter en el especial nº 16, el 1º sin muchas ganas y el 2º copiando a B. Bolland.
Vale. Compro diréis. Pues la cosa es chunga. La única buena edición es la estadounidense. Las castellanas tienen sus peros. La edición de Norma sería la mejor si no estuviese incompleta aunque las portadas están relegadas. Así que la mejor es la de Vid aunque en esto estoy en minoría. La edición de la editorial de México ha sido criticada en España por su mala traducción y por estar en mexicano pero la verdad es que lo 1º es exagerado, falla al menos una vez en cada nº pero lo hace casi siempre permitiendo intuir que ponía en el original, y lo 2º qué más da, además de que es bastante comedido. Por otro lado tiene las portadas originales, las de verdad no su ilustración, puestas en su sitio, una cosa que en España no se hace y unos artículos mucho más currados que cualquiera de los Planeta o ECC. La última edición en castellano disponible, la de Planeta, es una mierda. Esta editorial sacó un tochal, una cosa de más de mil páginas, algo que va contra toda lógica editorial, sin índices y sin portadas, con una rotulación funcional y con una mala traducción y una pésima redacción. Aunque su traductor, U. López, sabe más inglés que el mexicano y que yo no tradujo sino adaptó. Se permitió la megalomanía de hacer decir a Morrison no lo que dice sino lo que verdaderamente quiso decir. Así, la prosa sólo se parece al original en los pasajes más fáciles. Además de esto, ya de por si descalificante, no se redactó en castellano de España para respetar los modismos argentinos así te encuentras cosas como vengo de venir (por lo visto en Argentina están vetados lo verbos acabar y coger) por lo que los despreciaron la de Vid por su mexicanismos tuvieron aquí más de 2 tazas. Así pues, la de Planeta ni gratis por mucho que incluya material adicional ya que este es totalmente innecesario para seguir la etapa.

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