Además, como siempre debería ser, se trata de producir, producir y producir, ya que de eso va pensar en otra lengua.
¿Solo un dado?
Siendo sincero, hace falta un poquito más, pero muy, muy poquito, y todo lo tenemos a mano. Hace falta:
- Un dado.
- Trocitos pequeños de papel.
- Tres o cuatro alumnos.
- Una mesa.
- Tres o cuatro sillas.
- Un profe enrollado.
Este es el dado que llevo al cole todos los días y al lado están los papelitos que usé. Los puse verdes para darle un poquito de alegría, que blancos me parecían un poco sosos...
¿Cómo se puede usar?
Pues lo que hizo la profesora fue dividir a la clase en grupos de cuatro. En esa clase hay alrededor de veinticinco alumnos, así que algún grupo quedó cojo, pero nos pusimos nosotros con ellos para completar.
Cada grupo teníamos un dado y más o menos doce papelitos. Cada uno teníamos que escribir tres o cuatro infinitivos y luego mezclarlos todos juntos en el centro de la mesa.
En esa clase teníamos que repasar el pretérito perfecto simple en español, así que lo que hacíamos era coger un papelito, leer el verbo, tirar el dado y, según el número que nos tocara, conjugar el verbo y decirlo en voz alta. Qué útil es que el español tenga seis personas y el dado seis caras...
Nuestros compañeros tenían que estar pendientes de que nuestro verbo estuviera bien, porque cada vez que acertábamos ganábamos un punto y el que tenía más puntos ganaba.
¿Para qué se puede usar?
Pues nosotros lo usamos en esa clase para repasar los verbos en español. Pero luego pensé que también se podía usar para repasar cualquier lengua cuyos verbos tengan seis terminaciones para las personas, ¡como por ejemplo el latín y el griego, que es nuestro caso!
También para el inglés -aunque no tiene seis terminaciones-, que es muy importante hoy en día para casi todo, y también para el francés, clásico donde los haya en los institutos, para el alemán, que está muy de moda últimamente, para nuestro allegado italiano y otros muchos.
Pero quizá para el latín y para el griego sea mucho más importante, porque también podemos usarlos para repasar sustantivos con ellos. Seis casos tiene el latín y encaja perfecto y cinco casos tiene el griego.
¿Problema? ¡Ninguno! Solo hay que inventarse algo para el seis: "tira otra vez", "pasapalabra", "hacer el pino"... Lo que se nos ocurra.
¡Seguro que acabamos hablando igual de bien que aquí mi amigo!
Y si se os ocurre algún uso más, ¡decídmelo, por favor!
PS: Muchas gracias, Miss Diamond, por enseñarme pequeñas cositas que me hacen una ilusión tan grande.