Revista Cine
Director: Miguel Sapochnik
Están dando "South Park" y no me puedo concentrar, pero no importa, después de todo, la opera prima de Miguel Sapochnik (que luego se la pasado dirigiendo en televisión, que es en donde se hace el nuevo gran cine según los especialistas y los no-especialistas, que son los nuevos especialistas) es bastante mala y no hay mucho que decir, salvo sus muchos defectos y el par de buenos elementos desaprovechados. También aprovecho para decir que "Fear the Walking Dead" está bastante buena, ninguna sorpresa en todo caso, pues es mucho mejor que la serie "The Walking Dead", justamente porque aprovecha todo lo bueno del cómic, como por ejemplo el tratamiento de personajes y el manejo de la tensión, que en "Fear..." es notable a la décima potencia (el lío con Connor es genial). "Repo Men", por otro lado, es cansina e inocua, vacía y aletargada, entre más cosas nada halagadoras. Y dura dos horas, al menos la versión que vi.
Jude Law trabaja para una corporación que vende órganos a aquellas personas que, claro, tienen órganos defectuosos. El asunto es que los venden a carísimos precios y la gente no puede pagar, pero igual compran porque les ofrecen créditos y demás, aunque finalmente las deudas los ahogan y ahí llega Jude Law, pues cuando ya no pueden pagar, él encuentra a los morosos y les quita sus órganos, y como algunos son vitales, pues los pobres diablos se mueren. Un buen día, a Jude Law le da una crisis vocacional y existencial.
"Repo Men" tiene una excelente ambientación y concepto cyberpunk, en mi opinión los dos pilares fundamentales: el primero, la mezcla de la máquina con la carne, lo artificial con lo natural, lo humano con lo no-humano, lo cual se describe en estos miles de endeudados que tienen máquinas en sus cuerpos cumpliendo funciones vitales, algunos inclusos reemplazando (o arreglando) extremidades o partes externas del cuerpo, haciendo visible esta peligrosa fundición de tejido orgánico y frío metal (qué tanto es humano y qué tanto es robot o androide, cuál es el límite, una pregunta esencial); lo segundo, el rollo ese de alta tecnología versus baja calidad de vida, especialmente debido a estas grandes corporaciones que se enriquecen con sus avances tecnológicos. Luego podemos añadir la ciudad, gigantesca y oscura y llena de pantallas, deslumbrante por fuera pero sucia y podrida por dentro. "Repo Men" lo tiene y superficialmente lo incluye en su trama, pero no en su conflicto, a todas luces el peor que pudieron haber elegido los guionistas; dramáticamente esta película es soporífera, y si al inicio se vislumbra una solvente realización y ambientación, con el correr del metraje, el relato y la labor de Sapochnik se vuelven cansinos y repetitivos e inútiles, nada alucinantes. Para concluir esto, digamos que "Repo Men" tiene un buen concepto y contexto cyberpunk, pero una historia cyberpunk muy deficiente. Decepcionante, sin lugar a dudas. La historia, por lo demás, no es nada convincente y se transforma en un despropósito, si bien su final es hasta interesante y no tan descabellado (comulga con lo cyberpunk), aunque su presentación y ejecución es un tramposo salvavidas, algo pesimista, pero tramposo y salvavidas al fin y al cabo.
Pero, a ver, ¿cómo comienza la cosa? Como una comedia negra de ciencia ficción en un escenario distópico, con un Jude Law que se toma su trabajo como un juego y con mucho humor. La cinta no es tan graciosa pero tiene su gracia y su aceptable tono irónico, que luego se extiende a lo argumental (es como el chiste de los colmos: ¿cuál es el colmo de un recuperador de órganos? Vamos, yo sé que ustedes saben la respuesta...), momento en que instalan un dilema moral de cartón, muy mal planteado y desarrollado, forzado y obvio, como toda la trama a partir de entonces. Pero me estoy enredando: el asunto es que, por un lado, la esposa de Jude Law no quiere que éste trabaje quitando órganos a desamparados, y por otro, más tarde el tipo sufre un accidente que le mete en la cabeza un irritante sentido del arrepentimiento y la ética, una carga sentimental para taparse el rostro, y de ahí en adelante cae en una crisis existencial que lo hace recitar bochornosas líneas de una filosofía y sensiblería de lo más baratas, expresadas mediante unas analogías aún más impresentables. Lo obvio: Jude Law ahora se enfrenta a sus jefes y sus amigos y ahí tienen el drama, a la basura el concepto cyberpunk, que se asoma un par de veces pero sin actitud ni sustancia (como cuando la amiga drogadicta utiliza sus orejas artificiales que no se notan artificiales). Lo único bueno que se mantiene es lo explícito de la violencia (bueno, yo vi el corte unrated) y la presencia de la tecnología, el resto es un despropósito y una ridiculez que va colmando la paciencia. Una completa decepción, realmente se pudo haber hecho una muy buena película con la premisa. Así son las cosas.