
Estefanía Yepes

Los remordimientos existen desde tiempos inmemorables. Residen en el ser humano y constituyen parte de su propia existencia, cohabitando junto con todos los buenos pensamientos. Son casi tan importantes como ellos, tal vez incluso más. Se aprende a partir de las enseñanzas, pero también de los errores.
A Noa le bastaron apenas unos segundos para aprenderlo. En tan solo unos segundos, pudo darse cuenta de lo frágiles que llegamos a ser en realidad y de la facilidad con la que dejamos escapar momentos que jamás volverán.
Pero… ¿y si por una vez te concedieran la oportunidad de recuperarlos?

En muchas ocasiones dejamos que la presión de la vida, de nuestros “sueños” nos vayan consumiendo y terminar desquitarnos con quien menos lo merece, y lo peor del caso es que no somos conscientes del daño que podemos hacer, de provocarle a los demás y nuestra frustración la descargamos con los seres que más queremos, ellos muchas veces se callarán y no dirán nada, por amor o por no hacer más grande el drama… yo creo que si todos tuviéramos esa oportunidad de Noa, muchas conciencias estarían más tranquilas en este momento…
Noa está cansada, agotada y hasta cierto punto tiene envidia de su esposo Sam, de la tranquilidad con la que duerme hasta tarde mientras ella debe ir a trabajar desde temprano, donde sus horas laborales y la carga que esto trae tras su asenso la cansa física y emocionalmente… no es que Sam sea un mantenido, el trabajo que tiene en el bar lo hace llegar tarde, pero por lo menos es feliz con lo que hace; lo que parece que Noa no quiere comprender, ella debería ser feliz, pues ha conseguido ascender y tener el puesto que deseaba, pero eso es suficiente para que sea feliz??? Ella ni siquiera sabe el daño que está provocando en su matrimonio de 7 años, y tarde se dará cuenta de ello.
Ahora los remordimientos de gritarle por la mañana sin siquiera decirle un “buenos días” o un te amo o un hasta la noche o un adiós (sincero), tras 6 semanas la siguen persiguiendo mientras ella se consume en esa vida vacía. Si no lo hubiera hecho salir de cama de mal humor él no habría salido de casa… pero los hubiera no existen, aunque el destino si.
Ella pide con gritos silenciosos perdón, lamenta lo que dijo y lo que se calló… alguien la ha escuchado y le dará esa oportunidad de poner su alma en paz y hacer las cosas correctas, pero esto será suficiente para cambiar las cosas, su presente y ser feliz???
Me gustó demasiado esta novela que es demasiado corta, peo por lo mismo es perfecta; pero a la vez la odio como no tienen idea (sí, ya empecé de bipolar)… puff, es difícil contarles esta maravillosa historia sin hacer spoilers (por mí se las contaría completa, pero nop), no saben cómo veía mi nombre escrito ahí y el de A, hubo momentos que me vi tan reflejada que me dolía leer, y a la vez me negaba a detenerme, anhelaba saber que pasaba con ellos… cada error de Noa, era como si fuera mío… ella tuvo “suerte”, yo no.
Yo no sabía nada de la Familia Davenports que es mencionada en la historia y me gustó la participación que hace la autora de esta familia en la novela, ya que de alguna manera es un homenaje a toda la magia que han entregado no sé si en el mundo, pero si ha recibido Record Guinness ha de ser por algo, así que se me hizo lindo esta mención a ese nombre.
Sin duda esta historia es de las que recomiendo por muchísimas razones, principalmente porque la historia la haces tuya y quizá de alguna manera se vean reflejados como yo, es tan real, con una carga de sentimientos que vemos plasmados ahí que es difícil no amar y odiar lo que estamos leyendo. El final se me hizo precioso y perfecto, agridulce de cierta manera, pero simplemente termina la historia de la mejor manera posible que lo amarán.




Estefanía Yepes Sánchez nació en 1988 en Barcelona,España, y desde muy pequeña pasaba las horas metida entre libros. Se licenció en Derecho en 2011 pero por motivos personales decidió no ejercer la profesión. Actualmente trabaja en un teatro, un empleo que le permite contar con gran parte de tiempo libre que dedica íntegramente a su pasión: la lectura y la escritura. Un tiempo después de finalizar sus estudios creó su propio espacio virtual, un blog de literatura en el que se sentía a gusto, tranquila y feliz. Fue de este mismo modo como fue cogiendo más confianza consigo misma. Le gustaba escribir y que la leyeran, así como también disfrutaba leyendo a otras personas que vivían la literatura con la misma intensidad que ella. Paralelamente a ello, empezó a buscar cursos de escritura y también algunos relacionados con el mundo de la edición, con la intención de poder empezar a sembrar un camino que la llevase allí donde siempre ha querido estar. Actualmente está cursando uno y tiene pendiente de empezar otro más adelante. Sin embargo, seguía habiendo una espinita dentro de ella. Siempre había soñado con ver su nombre en una portada. Crear una novela que pudiera gustar, que los demás pudieran leer y que consiguiera transmitir todo lo que ella sentía, era algo que tenía que hacer.
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