Título: Cinder
Título Original: Cinder
Autor/a: Marissa MeyerTraducción: Laura Martín de DiosEditorial: MontenaSaga: 1/4 - Cinder | Scarlett | Cress | Winter
Páginas: 427ISBN: 9-788484-418696Precio: 16,95
Sinopsis: ¿Y SI EL DESTINO DE LA TIERRA DEPENDIERA DE UNA SOLA CHICA? Cuando Cinder conoce a Kai, el príncipe de Nueva Pekín, el mundo está patas arriba.Una plaga mortal está causando estragos entre la población del reino, y los científicos trabajan contrarreloj para encontrar una posible vacuna. Tras la infección de Peony, la hermanastra y única amiga de Cinder, esta se ve obligada a traslad arse al hospital para participar como voluntaria en las pruebas médicas que está llevando a cabo el misterioso doctor Erland, unas pruebas a las que ningún otro participante ha sobrevivido.Pero, para sorpresa de todos, Cinder saldrá con vida?Y no solo eso: en el hospital se descubrirá un secreto de su pasado que podría cambiar el futuro del mundo?Y unir a Cinder y Kai de forma inesperada.
Cinder es una de las mecánicas más conocidas del reino. Además, ella no es una adolescente normal. Es una ciborg, en parte humana, en parte robot. Desde que el príncipe Kai le llevó su androide para que la arreglara, todo ha cambiado. Su hermana Peyton enfermó de leucemia, y la madrastra de Cinder –creyendo que ella es la culpable de que haya cogido la infección-, la envía a hacer unas pruebas científicas de las que nadie sale con vida.Pero ella lo logra.
Impresionante. Es una palabra en la que resumiría la novela. Pero claro, aquí no vengo a hacer esto, así que os voy a contar lo que me ha parecido y por qué se lleva esa palabra. Porque no, no todo es bueno en ésta novela; pero aun así son pequeños puntos que no le quitan la palabra que para mí define ésta novela.
El principio me defraudó bastante. Las cincuenta primeras páginas son bastante sosas, qué queréis que os diga. Pero entiendo que la autora necesita meternos de lleno en la ambientación de la novela, así que perdonamos ése principio tan denso.
"La desesperación había desaparecido. Por un brevísimo instante, olvidó la verdadera intención de su precipitada acción y se descubrió besándolo única y excepcionalmente porque quería besarlo. Quería que supiera que quería besarlo."
Porque sí, para mí la ambientación es lo mejor de la novela. Marissa Meyer nos sumerge en Nueva Pekín, 126 años después –no me hagáis mucho caso, que tampoco sé si son 126- de la cuarta guerra mundial, en una sociedad formada por humanos y robots, de todas las clases.
Como ya he dicho arriba, un punto a destacar de la novela (o quizás el mejor punto de la novela) es la ambientación, ése mundo distópico pero a la vez realista ya que está ambientado en Pekín, pero otra cosa a destacar son los personajes.
Cinder es una ciborg, porque tal y como le cuenta su madrastra, sufrió un accidente de pequeña y le tuvieron que poner partes metálicas para que su organismo funcionara correctamente. Y aunque sabe pensar como una humana, también tiene determinadas cosas denegadas, como, por ejemplo, las lágrimas o sonrojarse. Es en gran parte robot, por lo tanto no puede ni llorar ni sonrojarse como un tomate (en determinados momentos vendrá bien, supongo) y algunas partes de sus extremidades están compuestas por componentes metálicos.
Ky es el príncipe heredero, que va escondiéndose hasta el taller de Cinder para que le arregle su robot, sin ser reconocido. Podemos decir que la historia empieza ahí, pero ahora mismo estoy pensando que sin Kai la historia podría seguir su rumbo. Es decir, es innecesario, pero supongo que la autora también habrá querido añadir algo de romance a la aventura de Cinder, así que nada. Y, además, Kai es amor. Así que olvidad éste fail.
Me gustaría seguir hablando de los personajes, pero es que hay otros puntos que quiero destacar de la novela, y si me centro y voy por partes la reseña se hace muy larga y me gusta que sea como las de siempre.
"-Tendría que estar agradecida de que sus cirujanos se tomaran tantas molestias. -Estoy convencida de que me sentiré mucho más agradecida cuando encuentre a un tipo al que le vuelvan loco los cables sofisticados."A ver, la novela es muy, pero muy, predecible. O al menos en mi caso lo ha sido. Hay un aspecto de la novela con la que te encuentras diciendo: ¿Pero cuándo leches se va a dar cuenta? No quiero decir en qué, porque os destriparía la novela entera, pero si la leéis creo que lo descubriréis enseguida
Al principio el ritmo de lectura es algo denso, cuenta engancharte a las páginas, o al menos en mi caso ha sucedido así, pero después la autora va soltando juego de la prosa y ya no te sueltas. Me hubiera gustado conocer más a otros personajes, como Peyton. No diré nada sobre ella porque os fastidio el libro (sí, tal cual), aunque sí le coges cierto cariño.
El final me ha resultado bastante agridulce. Sí, lo reconozco, soy de las típicas que les gusta un final feliz, con un besito y todo eso, y éste aunque ha sido muy diferente, lleno de sorpresas (no ha habido tanta acción como esperaba), la autora ha reconducido la historia hasta un punto que no te llegabas a esperar. El final me ha parecido (aunque no tenga nada que ver, olvidémoslo) a El corazón de Hannah, porque cuando esperas que se decida entre uno u otro, coge las riendas de su vida y se centra en ella, que es lo que hace Cinder en ésta primera parte.
¿Ha sido lo que esperaba encontrar? No, por supuesto que no. Pero aun así, me he encontrado con una historia muy original, narrada con una excelente pluma. Os recomiendo que le deis una oportunidad a la saga.
-¿La operación de implantes biónicos?-No, de cambio de sexo. La sonrisa del doctor tibuteó en los labios. -Es broma.
Resumiendo, Cinder es una novela adictiva que te mantendrá enganchado/a a cada una de sus páginas. Con una originalidad brillante, y su excelente pluma, Marissa nos introduce en Pekín, cerca de la cuarta guerra mundial, con una nueva vida llena de tecnologías y robots. Déjate llevar por la aventura de Cinder, hasta cada una de sus partes de su corazón metálico.Aunque sí he encontrado varios tópicos como que la historia es muy predecible, o un final algo agridulce, sólo puedo decir una cosa:Scarlett, allá voy.