Tercer disco de los gaditanos Commonplaces tras tres años sin pasar por el estudio, en el que nuevamente nos muestran un rock instrumental lleno de matices y vaivenes.
Comienza el disco con el tema “Achilles Heals”, donde un riff machacón de guitarra y una batería muy presente nos lleva directamente a tiempos donde el

He de decir que la intensidad de los temas se hace mucho más patente a la segunda escucha, ya que en la primera la sonoridad del conjunto no te hace reparar en los interminables detalles que hay en cada uno de los cortes del disco.
En la siguiente canción, con el curioso título de “Mariló Montero, The Witchdoctor”, que nos arranca una sonrisa de principio, se llega a un clímax, subiendo progresivamente de intensidad, con las guitarras más salvajes de todo el disco pero manteniendo una sonoridad muy notable. Con la subida emocional que supone dicho tema, inician el siguiente (casi no hay tiempo para la pausa), llamado “Elephants to come”. Con la intención de ir mas al grano, destacan unos ritmos mucho más frescos y “bailables”, y un tono mucho más directo que hace que se baje del ambiente elevado del anterior y que precede al tema más largo del disco, y en la que se lucen más como músicos, llamada “Grand Format”. Es esta una canción grandilocuente, sin usar el aspecto peyorativo de la palabra, y como su nombre indica hecha a lo grande, donde vendría a destacar el magnífico trabajo de los teclados.
Le suceden para terminar el disco, una vuelta al aspecto más post hardcore y oscuro del grupo en “Saltshine” y un remix de la anteriormente citada “Elephants to come”( una review de la banda Music Komité).
En definitiva, un disco muy trabajado interpretativamente, con una producción muy cuidada, pero que no es capaz de huir del encorsetamiento de un estilo, en el que con toda la dificultad que eso entraña, pretende pintar historias sin contarlas.
Por Markus Lanegan.