El problema es que el test que debe determinar su facción no es concluyente. Beatrice es divergente: que no puede ser controlada, una cualidad que debe esconder si quiere sobrevivir. Así es como, de entre la verdad, la inteligencia, la amabilidad y la valentía, Beatrice se decide por la última y empieza una nueva vida saltando al vacío, peleando, lanzando cuchillos y empuñando una pistola.
Así empieza la trilogía Divergente, publicada por la editorial Molino, y que ha tenido muy buena cogida en las librerías españolas. Insurgente le siguió el año pasado, y por fin este se ha publicado en inglés la conclusión, Allegiant, aunque para leer la traducción de Molino habrá que esperar al 6 de febrero del año que viene. Tanto ha sido el éxito de Veronica Roth que Summit Entertainment la lleva a la pantalla grande: se estrenará en USA el próximo 21 de marzo, y en cines españoles el 11 de abril.
Cuando vio la luz el tráiler el pasado domingo me dije a mí misma que tenía que leer el libro antes de que se me echase el tiempo encima. He de decir que ha sido un gran acierto, porque en apenas tres días he devorado la trilogía entera. Aunque odio comparar, en este caso no se puede negar que es de lectura obligada para fans de Los juegos del hambre.
Hay mucha acción, mucha tensión, una protagonista peleona... sin duda el argumento es de lo mejor que se puede encontrar. Nunca me había llamado la atención, pero ahora entiendo porque ha conseguido que una productora apueste por ella.
La trilogía al completo posee una estructura muy coherente, con muchas sorpresas ocultas y giros inesperados. Aunque cada libro tiene sus propios arcos argumentales, los tres están bien unidos entre sí y el arco argumental principal nunca se rompe.
Una de las cosas que más he valorado de la saga como distopía es que en este último volumen, Allegiant, la autora explica el origen de ese mundo devastado: después de dos novelas se me hacía muy extraño que en ningún momento se mencionase el mundo exterior, más alla de la valla que rodea la ciudad en la que se desarrollan Divergente e Insurgente. Las distopías que simplemente cuentan una historia pero no explican el origen del mundo apocalíptico en el que se desarrollan abusan del género, así que en ese sentido estoy satisfecha.
Los personajes está dotados de carácter y resultan reales dentro de su propio universo. Hay un elenco de secundarios gran y grande, en el que quiero destacar a Cristina y a la amistad que abandera, y Caleb, por su complicada relación fraternal con la protagonista principal, Tris.
La chica que saltó primero responde al modelo de protagonista femenina que impera últimamente, y con razón. Es una chica fuerte, capaz de enfrentarse a los obstáculos de una vida llena de dificutades, y que además sabe pelear y empuñar un arma sin olvidar el precio que supone arrebatar una vida. Sin embargo, mi personaje favorito es Cuatro, por su complejidad y sus contradicciones, por lo mucho que lucha contra sus demonios por ser una buena persona.
Otro de los aspectos interesantes de la saga es la interminable cadena de dilemas morales a los que se enfrentan los peronajes, como la diferencia entre el bien el mal, la importancia de la verdad, el perdón, la redención, el sacrificio por el bien común, el suicidio...
Sin duda aporta mucha madurez al trabajo de Veronica Roth, razón por la que recomendaría la saga no sólo a jóvenes y adolescentes, sino también a adultos. Es lo que hace especial a esta saga, todas las preguntas que plantea son su mayor fuerza, lo que la distingue de otras novelas juveniles y la convierte, sino en una obra de culto moderna, en una muy buena obra.
No obstante —y es una opinión muy personal, pero me siento obligada a decirlo—, no me ha gustado nada el final de la saga. He llorado a mares y ha sido bonito en cierto sentido, pero en esencia me ha parecido horrible. Seguro que muchos creerán que es un final sublime, el que se merecía una saga tan épica, pero a mí me ha destrozado la historia. No quiero condicionaros con mi opinión; es más, quienes penséis que compartís mis gustos, aún así deberíais atreveros. A pesar de estar pataleando de rabia por ese final, no me arrepiento en absoluto de haber leído más de 900 páginas, el viaje merece mucho la pena.
Soraya A. Z.
Divergente es una saga que además de tener a una protagonista cañera, un instructor sexy, acción a raudales, amoooorrrr y mucha tensión, bien podría compartir estantería con distopías clásicas, de las que siguen leyéndose décadas después, sin sentir ni una pizca de vergüenza.