Reseña de libros infantiles #2
: La ley de Rodrick¡Hola a tod@s! J
Bueno, como veis, llevo desaparecida desde el viernes pasado. Yo os cuento… El viernes y sábado Internet me declaró la guerra, así que no podía usar el pc para nada que conllevara acabar en Google. Horrible, lo sé. El problema se solucionó el miércoles, día que empecé la universidad, así que, con dos días de clase a la espalda – el primer día no cuenta –, apenas he tenido tiempo de hacer nada. Eso sí, este fin de semana tengo intención de ponerme al día. ¡No os preocupéis! ¿Qué tal ha sido vuestra semana? ¿Más tranquila? ¡Espero que hayáis tenido un genial inicio de curso o de trabajo! J
Ficha técnica
Título: (Diario de Greg 2) La ley de RodrickAutor: Jeff KinneyEditorial:RBA LibrosNúmero de páginas: 224ISBN: 9788498674019 Precio: 15,00€
Mejor no preguntarle a Greg qué tal lo ha pasado durante las vacaciones de verano, porque no quiere ni oír hablar del asunto. De hecho, al empezar el nuevo curso Greg está deseando olvidar los últimos tres meses de su vida, en particular cierto acontecimiento...Por desgracia para él, su hermano mayor Rodrick lo sabe todo sobre ese incidente que él querría enterrar para siempre. Y es que todos los secretos acaban saliendo a la luz...sobre todo cuando hay un diario de por medio.Mi opinión Greg ha pasado un verano espantoso, aunque no quiere hablar del tema. Sin embargo, lo malo no es haber pasado un bochorno considerable, sino que Rodrick, su hermano, sabe su pequeño secreto. Por supuesto, nuestro protagonista no está dispuesto a contar qué pasó en ese momento, así que deberá acarrear con las consecuencias… Unas consecuencias que no son otras que hacer caso a todo lo que su hermano le pida.
Con este segundo tomo, Jeff Kinney nos introduce de nuevo en la vida de Greg, ese niño con un humor un tanto oscuro y unas ideas de bombero que harán que más de una vez nos riamos. La llegada del nuevo curso se presenta de lo más difícil, y es que todo el mundo recuerda el incidente con el Queso Maldito, ese pedazo de queso que unos matones obligaron a Rowley a tragar. Dado que Greg asumió toda la culpa, diciendo que había sido él quién lo había tirado a la basura, nadie quiera acercarse. Mientras todo el mundo va olvidando el incidente del Queso Maldito, Greg va mostrándonos retazos de su verano: las horribles clases de piscina a las que asistió, las horribles ensaladas que preparaba su abuelo para él y su hermano Rodrick… Hasta que un día, los padres de Greg deciden marcharse un fin de semana, dejando a sus dos hijos mayores solos en casa. Dejar solo a Rodrick en casa no es la mejor de las ideas, y es que el chico encierra a su hermano en el sótano y monta una fiesta por todo lo alto… Una fiesta que deja la casa patas arriba. Como no puede ser de otro modo, tanto él como Greg se encargan de dejarlo todo limpio como una patena antes del regreso de sus padres, pero… ¿Cómo pueden estar seguros de que no descubrirán la verdad?Debo decir que este libro pierde fuerza respecto a su predecesor. No es que no sea divertido, ¡todo lo contrario!, sino que la historia de este pequeño niño no cuenta con tantas escenas surrealistas y, tal vez por esas carencias, la trama se vuelve un tanto más monótona. Podemos seguir disfrutando de la adolescencia de Greg en primera persona, con los problemas que le van surgiendo y cómo él los solventa… Sin embargo, me ha faltado algo y es que, ese asunto bochornoso del que se habla al principio del libro no era para tanto. No lo desvelaré para no hacer spoilers a nadie, pero sí os diré que el modo como un “secreto” se va transformando a medida que pasa de un oído a otro me dejó con un sabor agridulce. Espero que el próximo libro recupere el ritmo que nos brindaba la primera parte. Con todo, La ley de Rodrick es una continuación con menos fuerza que su predecesor, aunque no por ello menos divertido. Seguimos disfrutando de la historia de Greg, con sus momentos de lucidez, sus problemas y sus soluciones… Sin embargo, el problema principal no tuvo una resolución que lograra cautivarme.
Nota: 3.5/5Citas(…) Después de ver lo que hay en el cerebro de Rowley, estoy empezando a preguntarme cómo es posible que seamos tan buenos amigos.(…)(…) Yo mismo fui un chivato hasta que aprendí la lección. En una ocasión me chivé de Rodrick por haber dicho una palabrota. Entonces mamá me preguntó qué palabrota era ésa y yo se la deletreé. Era una palabra muy larga y ella me hizo lavarme la boca con jabón por saber deletrear esa palabrota, mientras que Rodrick salió impune.(…)
(…) He intentado buscar una manera de entretenerme, pero en el piso del abuelo no se puede hacer nada divertido, así que me he sentado a su lado a ver la tele. El problema era que el abuelo no ve la programación de las cadenas, sino que tiene la televisión conectada a la cámara de seguridad que hay en el vestíbulo del edificio donde vive. Y claro, después de varias de ESO, acabas cazando moscas.
(…)