Reseña de series: Devil may cry

Esta serie de anime también la veía cuando era más joven, más concretamente en los años de instituto. Solo tiene doce episodios y está entre medias de varios de los videojuegos. El argumento es básicamente el de un endeudado cazademonios, él mismo hijo de un demonio, que por azares del destino tiene que hacerse cargo de una niña huérfana muy mona y muy señoritina que le da bastante cancha. Y es que él es vago, solo come pizzas y helados de fresa y tiene Devil may cry hecho una pocilga, mientras que ella es toda una señorita, muy ordenada y mandona. Por supuesto, cada capítulo es una misión y siempre hay lucha contra algún demonio, muchos de los cuales no son lo que parecen. En general las hay independientes, pero muchas de las misiones acaban teniendo alguna relación entre sí: un demonio de lo más repelente pero astuto a más no poder.

La verdad, cuando la vi por primera vez me encantó, pero ahora, al verlos todos seguidos, le he encontrado bastante fallos, como capítulos de relleno (¿cómo puede ser que haya capítulos de relleno en una serie de 12 episodios?) y otros con ritmo bastante lento. Aun así, unos cuantos más están bastante bien y la trama principal merece la pena, por no hablar de que el protagonista es de lo más carismático.

Por otro lado, el dibujo es espectacular, con batallas fantásticas que duran lo que tienen que durar (aunque la del final se hace larga, claro) y muchos detalles en los que fijarse. Los personajes, sin embargo, no tienen mucho desarrollo, aunque es una serie demasiado corta e imagino que dentro del gran conjunto transmedia que es Devil may cry sí que lo tienen.

Vamos, que es una serie entretenida y que, al menos para verla una vez, merece la pena. Aunque no creo que la vuelva a ver, al menos de seguido.