Cuando vemos cómo las bandas evolucionan a lo largo del tiempo, el caso de Jimmy Eat World es más que evidente. Ellos han pasado del skateboard a la bicicleta plegable. Desde sus energéticos comienzos desprendiendo adrenalina, a ir de paseo dominical. Lo que hoy presentan son unos medios tiempos y melodías pop cuando antes casi tocaban el punk melódico. ¿Mejor o peor? Pues, sencillamente otra cosa. Muy buena, pero otra cosa.
El disco me gusta, quede claro, sólo que ya no reconozco quiénes son. Si me dicen que es una banda nueva, pues voy y la puntúo más alto. Las cosas del directo, mireusté… Seguramente se van adaptando a su público de manera natural, que también va cumpliendo años (llevan más de 20 en esto, vaya).
Ahora pongámonos serios. Hay grandes temas y si dejamos los prejuicios iniciales a un lado, lo que tenemos es una grata sorpresa, aunque también haya un par de temas de relleno que no estén a la altura general. Las canciones están muy bien construidas, sabiendo lo que se hacen y con unos arreglos que están encima de cualquier instrumento en particular. Si buscan guitar heroes, aquí no los hay. Me destacan por excelentes las melodías vocales. Gran trabajo, sí señor. Sólo una pega: me sobra mucha batería, toca de más.Farrah, Gigolo Aunts, The Wannadies, Lemonheads… Me huele a que han querido mirar al pop – rock de los 90, que tan buenas bandas nos dio antes que las superproducciones beyoncenescas se comieran todo. Me encantan “Through” y “Sure and Certain”, dos singles clarísimos para oir en la radio.
Me sorprende igualmente la canción con la que aparecen en el recopilatorio “30 Days, 30 songs” que varios artistas han hecho en contra del ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una estudiada pose comercial.
Jimmy Goes Pop (7/10).
Por Nacho (Erasmus Arne Saknussemm).