El Gato Que Curaba Corazones
Alfie # 1
Rachel Wells
¿Puede un gato cambiar tu vida? Déjate sorprender.
Conoce a Alfie, un gato que te enamorará. Un protagonista dulce y simpático que tiene la capacidad de ayudar a las personas a encontrarse a sí mismas. Una novela que regala felicidad y te recuerda que la vida siempre depara sorpresas.
Como a cualquier otro gato, a Alfie le encanta pasarse el día dormitando en el sofá, delante de la chimenea. Le basta con unas cuantas caricias y algún que otro ronroneo para ser feliz, pero, de repente, se verá obligado a abandonar el hogar en el que se ha criado, se encontrará solo y perdido por las calles de Londres. Todo cambia al llegar a Edgar Road, un lugar lleno de jardines y preciosas casitas unifamiliares. Alfie comprende enseguida que solo allí conseguirá sentirse de nuevo como en casa. Únicamente allí podrá encontrar una nueva familia. Los habitantes del barrio, sin embargo, aún no están preparados para acogerlo…
Creo que nunca de los nuncas me había encontrado con un libro tan, pero tan bonito y con una historia que en verdad me hizo estremecer, que me entristeció, me emocionó y… puff despertó en mi muchísimos sentimientos, quizá en parte por ese amor que le tengo a los michis desde siempre, y sé que probablemente esto impedirá que sea neutral con lo que hablé aquí, ya que Alfie nos cuenta su historia (sí, él es gato, y tiene pensamientos y sentimientos como las personas), y es que en verdad se nota el amor que tiene la autora por estos pequeñejos, que logra transmitir muchísimas cosas que siente este pequeñín y sí, quizá para quien no tiene uno en casa o no le gustan, es que aunque no lo crean ellos tienen tantas expresiones, miradas, maullidos, que cuando estaba conociendo a Alfie con esta novela, cuando cachaba a Loki (mi bendición peluda de catorce meses), viéndome detenidamente, pues ahí me tienen sonriendo como boba, tratando de adivinar que pasaba por su cabeza en ese momento y conociéndolo y por sus acciones después de, es que es verdad, ellos son superinteligentes y saben usar eso en nuestra contra y para ellos en su favor para conseguir comida, mimos y otras cosas, o logran reconfortante cuando lo necesitas, que incluso a veces no somos consciente de ello en ese momento y cuando te da un topete, un maullido y se duerme a tu lado abrazando tu mano o ronroneando, es donde comprendes que por esa razón (y muchas otras) los caminos de ambos se tenían que cruzar… hay creo que ya me reflejé un poco aquí, pero es que es enserio, ellos (los gatos y los perro) llegan a nuestras vidas por y para algo en el momento adecuado y es por eso que me atrevo a decir que aquí me parece hay un gran reflejo de la realidad en esta novela, porque como (ahí va una referencia que ni al caso, bueno, un poco sí, pero me parece perfecta), en la peli de Mi Amigo Enzo -el es un perro- en varias ocasiones dice (sí, también nos cuenta su historia, narrada por él obviamente) que lo que más lamenta de no poder hablar, es que a veces les costaba poder expresarse y más que con sus limitantes caninas que lo pudieran entender, por lo que él hacía cosas (dentro de sus posibilidades) para tratar de demostrar su amor, apoyo o lo que quisiera, y a veces se resignaba con estar solo a su lado para demostrar y decir todo lo que deseaba vieran sus humanos… y sí, Alfie hace exactamente lo mismo.
Probablemente el único pero que le pongo a este pequeño, es que es un che... gato infiel (jajaja, sorry), teniendo casas (hogares) grandes y pequeños al mismo tiempo (jajaja), y lo peor es que he conocido algunos así, pero creo que lo menos creíble (jajaja) es que tuviera tanta energía para poder hacer todo… no ya, hablando enserio, aunque me encanta la portada por el simple hecho de tenr un gato, no entiendo el motivo de usar un gato rubio, cunado Alfie es un gato gris, pero en fin... ya entrando en materia pues trataré (aunque no prometo cumplir, ok no, haré un gran esfuerzo y trataré de hacer lo menos posible algún spoiler.
Alfie es un pequeño de cuatro años que se ha quedado huérfano, ya que en muy poco tiempo, perdió a la que consideraba su tía (una gata mayor que al principio no lo aceptaba y después eran grandes amigos), ya que falleció por problemas de edad y salud… y lo mismo le sucedió a su mama humana, un día ya no despertó, por lo que al ver la familia de ella en casa empacando, los termina escuchando que no se lo pueden llevar a a su casa (algo que ni él quería), y que sería llevado a un refugio, y por lo poco que sabía de este lugar, es que muy pocos logran conseguir un nuevo hogar y los demás su destino es pasar por el túnel de la muerte (probablemente le esté cambiando el nombre), por lo que después de hablarlo con sus amigos, decide que no piensa correr esa suerte y va encontrar un nuevo hogar el mismo, uno donde tenga comida, amor, compañía y un sofá suavecito para dormir sin preocuparse por nada, aunque está muy consciente que se le viene una aventura fuerte, difícil (muy difícil) y que quizá no salga airoso de ella y pierda algunas vidas en el camino, ya que él es un gato casero y ahora tendrá que enfrentarse a situaciones que nunca creyó tener que vivir, como tener que cazar algún animal para poder comer algo, soportar y acostumbrarse a la lluvia, no tener un lugar caliente y seguro donde dormir, cruzar las calles llenas de autos o tener que correr por su vida ya que algún perro u otro gato le persiguen o lo atacan… tendrá que sobrevivir a estos y otros peligros que le esperan de ahora en adelante.
En este viaje, se encuentra con amigos que le dan consejos y lo ayudan aunque sea momentáneamente, pero también se ha encontrado con ese lado nada amable de la vida y verá y valorará lo que tenía antes, lo que hará que su sueño de conseguir ese nuevo hogar, se meta más en su corazón, él no es un gato callejero y encontrará a alguien que le dé esa seguridad de no volver a estar solo, con hambre, con frío y abandonado a su suerte, no, él encontrará a unos nuevos dueños que le den un nuevo hogar. Creo que esta parte de la historia es la que más me dolió, debido a que me recuerda a todos aquellos mininos que no tienen la suerte de ser rescatados, de tener una cama para dormir o algo que comer, de ver todos esos peligros por los que cada día tienen que soportar y que muchos de ellos tienen una vida demasiado corta y triste...
Cuando Alfie después de una corazonada, encuentra la calle perfecta para convertirse en un gato de portal (es decir un gato infiel a su dueño, sorry, es que así lo veo, y es verdad en parte), por lo que decide conocer perfectamente toda la calle, y así encontrar amigos que le den consejos y apoyo, al tiempo que va descubriendo de quienes se debe cuidar, y en esos paseos de reconocimiento, pues reconoce dos casas (al principio) que acaban de ser compradas y ve ahí sus potenciales víctimas, digo dueños, y cuando los conoce a ambos, se da cuenta que así como él necesita de alguien, ellos también necesitan de alguien (vaya redundancia) que los comprenda, los acompañe y esté con ellos en las buenas y las malas, por lo que decide repartir su vida, su rutina en estar con los dos, en dos hogares muy diferentes al tiempo que los va conociendo y dentro de sus posibilidades, darles lo que necesitan… quizá solo necesiten un maullido que acompañe su llanto, o un regalo (muerto) en el tapete de la entrada para demostrarle agradecimiento y amor… y así comienza la vida, la nueva rutina de este pequeño, dividido en dos hogares, tratando de encontrar su sitio en este mundo, de ese hogar nuevo que tanto anhela porque no quiere volver a estar solo y tratar de ayudar, de curar sus corazones para que ellos también sean felices, y es una meta que tiene muy clara… el único problema, es que las cosas no son tan fáciles, ya que debe lidiar con varios problemas y a pesar de tener a dos personas que se “ocupan” de él, aún no está seguro de haber encontrado lo que buscaba, esa seguridad de que siempre se ocuparan de él y no lo olvidaran por ocuparse de su vida, por lo que su tiempo de por sí ya complicado, lo dividirá también en otras casas que se acaban de rentar, donde si hay niños, y ellos (por lo que le han dicho), aman a los gatos.
Mientras Alfie va llenándose la panza con harta comida (pues con tantos hogares), ya que todos lo alimentan, pues va conociendo a los habitantes de sus casas elegidas y se da cuenta que hay una gran tristeza o vacío en cada uno de ellos, por lo que ahora su misión es mucho más importante, ya no solo es tener quien lo alimente o un lugar seguro para dormir, ahora también le ocupa buscar la forma de ayudarlos a superar sus problemas, de cuidarlos y conseguir que sean felices, por lo que hará uso de todos sus recursos, mañas, trucos e incluso hasta algunas de sus vidas si fuera necesario y así poder conseguir su propósito… que todos sean felices.
Quizá ahora me comprendan de porque empecé diciendo que era uno de los libros más hermosos y tiernos con los que me he cruzado… para mi es más que perfecto (ya sé, tal vez porque amo a los gatos), pero es que ver la vida de tantos hogares a través de unos ojos tan inocentes, es que logra estremecerte con cada acción que hace… te ríes en muchos momentos y sin ningún problema logras ver o mejor dicho imaginar a Alfie y a todas sus familias, y todo ese proceso que deben vivir para poder sonreír y ser felices.
Me parece que es una novela más emotiva que descriptiva, porque al tener a un gato de narrador, uno que no tiene mucha experiencia en casi nada, pues esta difícil si conoce poco de todo, pero eso no quita que tenga un gran corazón y un sexto sentido que le hará tener empatía por aquellas personas a las que ha elegido y su misión, ahora es mayor que en un inicio.
A pesar de los limitaciones de Alfie como narrador (jajaja), logramos conocer el alma, la personalidad, sus necesidades y corazón de todas las personas (personajes) que ahora son la familia de este pequeñín. Podemos meternos en la cabeza de este gatito y sonreír con sus planes e incluso preocuparnos por él en más de una ocasión.
Narrado en primera persona, digo gatito, es que la pluma de la autora es una delicia que se va como agua la lectura, es amena, fluida y te tienen pegado a sus páginas que no quieres parar de leer en ningún momento.
Una novela súper recomendable por el gran mensaje y corazón puesto en cada palabra, en cada acción. Los amantes de estos animalitos adorarán esta historia, e incluso para quienes no son tan fans de ellos, lo verán con otros ojos y estoy segura que al igual que yo, se enamorarán de Alfie irremediablemente.
*Gracias a la Editorial Oceano y Babelio por Masa Crítica México, por el ejemplar para esta reseña.
El Gato Que Curaba Corazones es una de las mejores historias que he leído este año, con una pluma muy fluida y entretenida, es que conocemos a Alfie que a sus cuatro años ha tenido que pasar por mucho para volver a sentirse que pertenece a un lugar, de encontrar de nuevo una familia, después que perdió la que ya tenía. Vemos esas aventuras y desventuras que deberá vivir para llegar a su nuevo hogar, veremos todo lo que debe hacer para sobrevivir en este duro camino que le ha tocado recorrer, pero sobre todo, veremos a los gatos con otros ojos, ya que nos demuestra este pequeño que tiene un gran corazón, que es agradecido y que así como él necesita “cosas” para ser feliz, y los demás (los humanos) que suelen aparentar que todo está bien, es que en realidad guardan secretos en sus almas que los lastiman y solo alguien con una mente y corazón tan tierno e inocente, es que irá desnudando su corazón poco a poco hasta revelar realmente lo que les hace falta para ser felices y de alguna manera él les hará entender que no están solos, que aunque sea pequeño, peludo y no hable, está ahí para ayudarles, comprenderlos y conseguir que su vida se sienta más completa. Con pequeños trucos, los terminará manipulando para conseguir que abran sus ojos y corazones y estos vuelvan a sonreír.
Muy, muy, muy recomendable esta lectura para todo el mundo.
Y si no le doy más calificación es que ya no tengo, que es una novela sencillamente perfecta, es hermosa por todo lo que me ha hecho sentir.