¡Hola Calaveras!
Hoy les quiero hablar de un autor que fue mi gran descubrimiento de este año y del cual quiero seguir leyendo.
Se imaginan que en tu familia compren una silla o un sillón muy cómodo, y que lo tengan desde ya varios días, donde vos te sentás, tu pareja se sienta, tus hermanos se sientan, sin saber, que dentro de ese artefacto hay un hombre que se regocija cuando siente el calor de otra persona encima del suyo.
El hombre que esta aquí dentro no la pasó muy bien en su vida como para tomar la decisión de vivir dentro de un sillón, pero constantemente nos hace saber lo lindo que es tener a una persona encima. Nos relata en como reconocerlas sin el sentido de la visión, solo sabiendo si son mas o menos pesados, si tienen más o menos carne.
Incluso este sillón está diseñado para que los brazos del mismo, pareciera como si abrazaran a aquel o aquella que decidiera sentarse encima.
Bueno, este sillón no estará en un solo sitio, y mucha gente se sentará en él.
Cuando leí este relato sentí muchos escalofríos, pero también llegaron a mi mente imágenes de una de las historias de mangaka junji ito, el cual tiene una historia similar, o tal vez es una adaptación de esta misma historia.
Los pensamientos de que este hombre subsistía con la poca comida dentro de ese sillón y hacia sus necesidades ahí son muy crudas. La noche (pero no todas) era el momento en que este individuo aprovecha para salir y arrastrarse hacia fuera y así conseguir provisiones.
El final tiene un giro de 180 grados que les juro, los dejará con ganas de seguir leyendo más sobre este autor.