Serie: Las Marcas de la Muerte #1
Autor: Veronica Roth
No de Páginas: 486
Editorial: Molino/OCÉANO
Año: 2017 en Estados Unidos
Sinopsis: Hay dones que pueden convertirse en maldiciones y hay maldiciones que liberarán a todo el Universo.
El don de la joven Cyra consiste en provocar dolor. El mismo dolor atroz que ella siente en todo momento.
El don de Akos le hace inmune a los dones de los demás, pero ¿bastará para salvar a su familia y a sí mismo de un destino tan injusto como cruel?
En un universo en guerra, los dones de Cyra y Akos hacen que sean vulnerables, peones en manos de quienes quieren aprovecharse de su poder. Su única esperanza reside en unir sus fuerzas para luchar contra la injusticia y… Convertir el dolor en poder. La desconfianza en lealtad. El amor en ansia de libertad.
Lo que pienso de "Las Marcas de la Muerte"
"Todos tenían un futuro, pero no todos tenían un destino..."Honestamente, yo no me veía leyendo este libro en ningún futuro cercano, no porque odie a Roth ni nada por el estilo, sino porque no terminaba de llamarme la atención, la razón por la que decidí darle una oportunidad fue por todo el revuelo que se había formado de si el libro era racista o no, o si la autora se tomaba muchas libertades con alguien que sufría dolor crónico y demás (ya saben, el drama me encanta), así que me puse con este libro sin esperar mucho y miren que si me sorprendí (un poco por lo menos)...
La historia viene narrada desde los puntos de vista de Cyra Noavek y Akos Kereseth, quienes viven en el planeta helado de Thuve, pero en diferentes regiones de este: Cyra es shotet, una raza guerrera que lucha por su independencia ante los ojos de la Asamblea que rige a los nueve planetas que forman este sistema solar; Akos es thuvesita, una raza pacífica que vive para cultivar Flores del Silencio y mantener estable la economía del planeta... Ellos nunca deberían haberse conocido, pero el destino los unió mucho antes de que hubieran nacido, por lo que Akos será secuestrado junto con su hermano mayor, Eijeh, y llevado más allá de la División, donde entrenará bajo el régimen de los shotet y, a sus dieciséis años, se convertirá en el asistente de Cyra, ya que él es el único que, con su don de interrumpir la Corriente, puede tocarla y aliviar el dolor que siente de manera crónica debido a su don de provocar dolor a cualquiera que la toca; con el tiempo, Akos y Cyra formarán un vínculo de amistad y amor que los hará buscar una forma de huir a su cautiverio impuesto por Ryzek Noavek, el hermano mayor de Cyra, y es que en un Universo donde el destino de ambos esta sellado con dolor y sangre, Cyra y Akos buscarán la manera de hallar paz y libertad, y de vencer todo el mal que los Oráculos han presagiado para ellos... Ok, me tuve que reescribir ese pequeño resumen unas cuatro veces porque no sabía como encajar todo por ahí sin dar algún spoiler, pero ahora que ya esta, lo primero que quiero decir es que Roth pudo haberle echado un poco de coco al libro en sus primeras 100 o 150 páginas, porque se pudo haberse escrito con menos páginas y me hubiera contado lo mismo, ya que hay mucho, pero mucho relleno innecesario durante el primer cuarto del libro, además de que hay unos saltos temporales que me dejaron muy descolocada por un momento, ya que la historia comienza con los protagonistas siendo niños pequeños y cincuenta páginas después ya tienen dieciséis años y 150 páginas después ya son adultos jóvenes de veinte años, ósea, no se muy bien que pretendía Roth cuando comenzó a escribir, pero alguien le hubiera dicho que necesitaba pulirse un poco más el inicio; pero bueno, dejando eso de lado, no voy a decir que el libro es la gran maravilla, pero tampoco es tan malo como había creído que sería, tiene una trama muy sencilla que, después de pasar esas sosas 100 primeras páginas, toma agilidad y te lo lees en nada, pero tiene el pequeñísimo problema de dejar muchos agujeros en la construcción del mundo, en especial en todo lo relacionado a la Corriente y los poderes que tienen los habitantes de este Sistema Solar, ya que la autora no te explica muy bien que pasa con ello o por que es así, simplemente es un "porque lo es y ya"; la verdad, es que el libro no requiere mucha capacidad de concentración para leerse o para procesarlo, simplemente es una historia muy, muy simple y lineal, pero lo aprecio porque me saco de mi resaca literaria.
El libro causo mucha controversia debido a que se decía que Roth había sido racista al crear a sus protagonistas, ya que en Thuve todos son de piel blanca y ojos claros, mientras que en Shotet eran de piel oscura y ojos oscuros, pero no es del todo cierto, y es que si Akos es blanco y Cyra es morena, pero ahí se acaba el problema, en Thuve hay personas a las que describen con cabellos ensortijados y piel tostada, y en Shotet el villano principal es más blanco que el papel, así que la controversia no pasa de ser un drama mal llevado, por lo que después de un rato, cuando mi curiosidad quedo saciada, me seguí leyendo el libro para ver que más iba a ocurrir, y aunque era más que obvio por donde iba la tirada de la autora, me gustó mucho la relación entre Akos y Cyra, que si bien es un poco forzada al inicio, me pareció una tierna relación de amistad que evoluciona en algo más.
El final queda abierto a la segunda parte, dejando muchos cabos sueltos tanto para Akos como para Cyra, algunos giros de trama aquí y allá, pero nada muy emocionante como para que me entre la desesperación de querer leer el segundo libro (que si lo quiero leer, pero puedo esperar).
Los personajes no son malos, pero se nota que fueron creados específicamente para llenar un lugar en la historia, sin destacar en nada más... Cyra es una chica bastante dañada, empezando por el hecho de que debe sentir un dolor constante todos los días de su vida, carga con la presión de ser la hermana de un tirano y de un hecho que hizo en su juventud que la marco para siempre, y aunque sería muy sencillo sentir lastima o compasión por ella, la chica demuestra que no la necesita, tiene una lengua y una actitud afiladas, y aunque a veces se pasaba un poco con el drama, Cyra me gustó lo suficiente para no odiarla, ya que tiene muchas áreas grises en ella, porque a pesar de ser "una asesina", también tiene sus momentos dulces y amables, sus momentos de reflexión y sus momentos débiles; Akos también tiene muchos tonos de gris en él, es un chico que fue robado de su casa a una corta edad y obligado a convertirse en una máquina de guerra para poder sobrevivir, pero por dentro sigue siendo el mismo chico que odia la guerra y la violencia, pero que esta dispuestos a todo con tal de salvar a su familia, aunque creo que me gustaría ver un lado un poco más despiadado en él en el siguiente libro, le daría mucha más credibilidad.
De los personajes secundarios tengo poco que decir, empezando por Ryzek, que es el villano más ñoño que he conocido en mi vida (me recordó un poco a Joffrey, pero solo por su actitud de niño mimado); Cisi, la hermana de Akos, tiene potencial, así como Sifa, la madre de ambos, pero ya se verá que sucede en el siguiente.
Las Marcas de la Muerte no es el gran libro de ciencia ficción, pero tampoco es tan malo como pensé que sería, ya que es una lectura que no exige mucho del lector y se puede llegar a disfrutar en ciertos momentos, y es que al ser un duología al menos se que el siguiente libro resolverá la mayor parte de mis dudas (espero).
Con la colaboración de OCÉANO
Puntuación
3/5 Estrellas