Reseña literaria La verdad sobre la Vieja Carola, Carmen Pacheco

Editorial SM

Marcos se ha resignado a pasar otro verano aburrido en su pueblo yendo al bar de su abuelo, hablando con los mayores y entrenando cuando nadie le ve para convertirse en el mejor ladrón de fruta. Sin embargo, la llegada de la misteriosa Carola supondrá no solo material para los cotilleos de la señora Amparo, sino también una nueva amiga para Marcos. La Vieja Carola le enseñará a jugar a bridge, mientras poco a poco y con, digamos, sutileza de investigador, el pequeño va desgranando los misterios que rodean a la nueva vecina. ¿Quién es? ¿De dónde viene? ¿Cuántos años tiene? ¿Qué es eso que ha plantado en el patio de su casa que crece tan rápido? Pasa el verano, llega el otoño y Marcos ya ha resuelto muchas de las incógnitas de la nueva vecina, pero entonces un hombre alto, oscuro y con una maleta a la espalda llega al pueblo y… Mejor no te contamos más, tampoco queremos estropearte la sorpresa.

Carmen Pacheco quedó finalista en la XXXI edición del Premio Barco de Vapor con este relato fresco y divertido con personajes carismáticos y mucha chispa. Dos años más tarde y con ilustraciones de su hermana (Laura Pacheco, del webcómic Let's Pacheco), SM publica La verdad sobre la Vieja Carola, una novela muy personal, esencial para conocer a la autora, como ella misma comenta en su web. No es que sea una obra autobiográfica, pero se nota que Carmen Pacheco ha puesto mucho de ella misma en esta historia: la niña que lleva dentro para darle voz a Marcos, su visión de la vida y algo de extravagancia en la Vieja Carola y, cómo no, su experiencia como hermana mayor pelma, pero superprotectora, en Merche.

La verdad sobre la Vieja Carola es una gran novela para leer en el colegio, pero es igual de ideal para entretenerse una tarde de verano… bueno, o de otoño o de invierno o de primavera. En El Templo estamos convencidos de que esta historia de Carmen Pacheco es apta para todos los públicos en el sentido más amplio de la expresión. Ya tengan la edad del protagonista, hayan pasado la adolescencia o incluso si son pensionistas, la disfrutarán. Leer esta novela es empaparse del carisma de sus personajes y dejarse imbuir del espíritu de la Vieja Carola porque con ella se aprende a ver el mundo con ojos de viajero. ¿Te animas?