Alba viaja con su madre a España desde su Inglaterra natal. Es un cambio brusco para cualquier adolescente pero ella lo enfoca con optimismo y buena cara: su madre ha encontrado un trabajo de enfermera cerca del pueblo costero en el que vivía en su juventud y parece ilusionada con el cambio de aires. Lo que Alba no sabe es que su madre no la obliga a mudarse por trabajo, sino por su seguridad.
Ya en su nuevo instituto, Alba conocerá a los que serán sus compañeros y amigos durante el curso que empieza: las dicharacheras Bea y Lucía, el gracioso de Álvaro o el guapísimo y misterioso Álex. Oh, sí, por supuesto. Hay chico guapísimo y misterioso. Y además con un grupo de chicos y chicas guapísimos y misteriosos también, que sólo se relacionan entre ellos. No obstante, por algún motivo (misterioso también) el chico parece muy interesado en Alba y contra todo pronóstico comienza una intensa relación con ella. Lo sabemos: nunca habías leído nada parecido.
Aunque el libro nos ha gustado bastante conviene advertir que contiene bastantes semejanzas con otros romances paranormales que ya se han dejado leer anteriormente. Porque, seguro que ni se os había pasado por la cabeza, pero este también es un romance paranormal. No hay vampiros ni hombres lobo, pero tenemos unas bonitas muchachas con cola de pez dispuestas a hechizar al más pintado.
El porqué de la huída a Inglaterra por parte de la madre, qué es lo que atrae al chico guapo de nuestra protagonista o por qué la vida de Alba corre peligro es algo que tendréis que descubrir en las páginas de Marejada, de Diana G. Romero. Una novela que da lo que promete: entretenimiento y romance. Que, además, está bien escrita siendo un más que prometedor comienzo para esta autora novel (pese a la falta de edición o correcciones por parte de Viceversa en algunos aspectos de la obra) y que, para más inri, rescata unos seres poco populares últimamente en la literatura juvenil, cosa que siempre es de agradecer entre tanta garra y colmillo.
Sumérgete en esta historia, refrescante como el mar y que, como las marejadas, es posible que vuelva.