Opinión
A pesar de que no suelo interesarme demasiado por aquellos libros que escriben youtubers, instagrammers -influencers, en general- si su contenido no me interesa (como es el caso de Laura Escanes), sí he de decir que sentí curiosidad desde el primer momento que supe que Piel de Letra se iba a publicar.
El título me pareció llamativo y poético. La edición está cuidada hasta el más mínimo detalle, incluyendo algunos dibujos que acompañan a cada escrito. Considero que la edición debe estar cuidada en todo tipo de libros, pero para mí la prosa poética siempre tiene que ir acompañada de un formato especial. Este ejemplar lo cumple con creces.Nada más abrir el libro, nos encontramos con un prólogo escrito por Risto Mejide. La idea general que nos transmite es que, si no admitimos que algo nos gusta es porque tenemos envidia. Bueno, es Risto Mejide, tampoco se puede esperar mucho más. Sin embargo, cuando una comienza a leer, es cuando todo se desmorona y ni siquiera recuerdas si la edición era bonita o no. El libro va dividido en cortos escritos, a modo de capítulos. De vez en cuando nos encontramos con algún poema, pero predomina la prosa. En ellos, Laura reflexiona sobre distintos temas relacionados con el amor, la vida, su propia personalidad, las amistades... Aunque al principio todos estos temas parecen estar muy trillados y ser tópicos, con una buena dosis de originalidad y maestría puede quedar un libro íntimo y emotivo. El problema es que todos y cada uno de los textos carece de originalidad. Emplea comparaciones y paralelismos trillados hasta más no poder. Además, la escritura es repetitiva, empleando constantemente las mismas palabras, volviendo a plasmar las mismas ideas una y otra vez, como si por el hecho de repetirlo todo quedase mejor. Laura no para de repetirnos que es caótica, pero una puede ser caótica y a la vez saber transmitir de una manera amable y no cargante todo eso que sientes. Además, se percibe una falta de madurez en las reflexiones y un frustrado intento de realizar un manifiesto feminista, si entendemos por feminismo una pseudo libertad y un hermanamiento rancio por el que todas las mujeres debemos amarnos porque somos mujeres y maquillarnos si queremos porque para eso somos libres. Prueba de ello es este fragmento:
"No soy perfecta. Tengo culo. Tengo celulitis. Curvas y hasta algún michelín. Y qué. Tengo derecho a engordar y a adegazar cuando quiera, sin necesidad de estar embarazada cuando tenga algún kilo de más"A pesar de que no hace falta explicar que, precisamente, las mujeres con culo y curvas representan el cánon de belleza establecido por la sociedad, es decir, un cuerpo con estos atributos es normativo, este manifiesto a favor de la libertad de la mujer para poder engordar parece todo lo contrario. Se critica el hecho de evaluar un cuerpo de la mujer mientras se utilizan ciertas expresiones como kilos de más, que chocan con la idea de que la mujer pueda hacer lo que quiera con su cuerpo. Más que un libro poético parece un pie de foto de instagram o una conversación con una amiga. En general, la autora intenta impregnar cada texto de una pasión inexistente, porque en la mayoría de los casos no sabemos de qué está hablando. Simplemente se ciñe a repetir ideas masticadas que aportan absolutamente nada. Una vez terminas el libro, sientes que has perdido el tiempo. En pocas palabras, Piel de letra está plagado de textos básicos con los que es imposible empatizar.