TÍTULO ORIGINAL: Red State. AÑO: 2011. DURACIÓN: 90 minutos. NACIONALIDAD: Estados Unidos. PRODUCTORA: The Harvey Boys / NVSH Productions. DIRECTOR: Kevin Smith. GUIÓN: Kevin Smith. FOTOGRAFÍA: Dave Klein. MÚSICA: Varios. INTÉRPRETES: Michael Parks, John Goodman, Michael Angarano, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kyle Gallner, Melissa Leo, Kevin Pollak, Stephen Root.
Kevin Smith es ese idolatrado director independiente que saltó a la palestra con "Clerks" (1994) y al que su legión de fans creían totalmente perdido.
Si hay algo que demuestra Smith con su nueva película es su capacidad para adaptarse a todo tipo de géneros de una manera asombrosa. En "Red State" tenía una buena oportunidad para lograr una película redonda pero el intento se queda en un par de buenos y muy logrados momentos pero poco más. Aún con sus defectos y su irregularidad, la cinta se deja ver pero termina
produciendo en el espectador esa sensación de que ha visto algo que pudo haber sido mucho más. Quizá el mayor problema de la película sea la mezcla de géneros, del terror adolescente a la acción más violenta, que hace que su parte de sátira quede bastante diluída."Red State" comienza como la típica película de terror adolescente, cuando Travis (Michael Angarano), Billy Ray (Nicholas Braun) y Randy (Ronnie Connell) deciden responder a un anuncio de una web en la que una madura ofrece sexo. Cuando llegan al lugar donde la mujer, Sara (interpretada por Melissa Leo) ofrece sus servicios, comienza el calvario de los tres muchachos. En realidad los chicos han caído en manos de una peligrosa secta extremista liderada por Abin Cooper (Michael Parks) -al parecer inspirada en la real Iglesia Bautista Westboro- que tiene unos planes bastante ortodoxos para limpiar Estados Unidos de toda la escoria que la pervierte.
La cosa se complica cuando unos agentes especiales dirigidos por el agente Keenan (John Goodman) llegan al lugar dispuestos a investigar a los componentes de la secta.Smith juega a polemizar contra el extremismo religioso, la doble moral, la Ley Patriota y la tenencia de armas sazonándolo todo con estallidos de violencia espectaculares pero que dejan la parte que interesa, donde la sátira podía haber sido mucho más mordaz, en manos de unas logradas escenas de acción.