Termina una serie que, en inicio, recomendé con vehemencia. Original y distinta, a veces con toques de surrealismo, Air nos mostraba el destino de Blythe, la acrofóbica azafata que emprende un viaje sin retorno y que ponía de patas arriba toda su vida.
Si hasta el segundo tomo, seguí creyendo en la serie, los dos tomos con los que finaliza la serie, terminan por convencerme y dar la razón a los que nunca creyeron en ella. Se demuestra una vez mas que una idea excelente, no es garantía de un argumento sólido.
No cabe la menor duda que la serie muere por las bajas ventas en el mercado USA, pero a G. Willow Wilson, guionista de la serie, se le va de las manos la trama cuando comienza a dar por sentado que, todo lo que aparece en la historia, tiene coherencia. Se complica la vida a cada paso, sin tener la certeza el que lee de saber hacia donde quiere llevar el timón de la nave. La introducción de nuevos personajes a cada paso, solo habla de la imposibilidad de desarrollar lo que ya tiene. Una pena, porque el personaje de Blythe era de un potencial enorme, pero lo acaba por enredar demasiado. Conforme avanzaba la lectura, tenía la sensación de que me iba a pasar lo mismo que con Perdidos: Ganas de decir algún improperio al guionista. Con todo, consigue que te apetezca seguir, al menos para saber como termina, aunque terminas por enredarte tanto como la protagonista.
Lo mismo ocurre con el dibujo; M. K. Perker, tiene demasiados altibajos y, aunque recupera el estilo inicial, demasiadas veces parece errático, falto de tiempo en los plazos impuestos. Incluso nuestra protagonista parece a veces otra, según parece tener el día Perker.
Una pena el fin de la serie, pero está claro que no daba para mucho mas. Creo que el error es que, ha querido desarrollar mucho en muy poco tiempo, dejando que la serie terminara a medio gas.