Reseñas indirectas (IV)

Aquí os traigo un resumen de algunas de mis últimas reseñas para www.librosyliteratura.es
El nombre de Farid al Din Attar es de esos con los que uno se encuentra de vez en cuando paseando por Borges. En este precioso libro, con ilustraciones del propio autor, Peter Sís adapta para los niños El coloquio de los pájaros, una de esas clásicas historias de búsqueda que es en realidad un viaje al interior de uno mismo.

Este grandísimo escritor no pertenece al trío de oro de las letras israelíes (Oz, Grossman y Yehoshúa): vende mucho menos. De él conocía la impresionante El hombre perro, y me esperaba encontrar algo parecido en este libro.Nada de eso. 1948 es la historia de la Guerra de Independencia Israelí vivida por el autor, que participó en ella con tan sólo 17 años, y, con su desmitificación del heroísmo, tiene la grandeza de las grandes historias antibelicistas.

Tengo que hacer una confesión: fui yo quien no leyó El mundo de Sofía. De hecho, no sé qué más ha escrito este señor aparte de aquel superbestseller que convirtió a medio planeta en filósofos, y este bellísimo librito. Me pregunto consta de las preguntas que se hace el autor, y, sobre todo, de otra historia, la que nos cuenta Akin Düzakin con sus ilustraciones. Una historia triste y hermosa como la vida misma.

Aquí no hay música gitana de ésa que tanto me gusta. En este libro, Alain Keler nos narra la crónica de sus viajes por campamentos gitanos del sur de Europa. El libro se inscribe en ese género de reportaje que están popularizando Joe Sacco y otros, aunque desde el punto de vista estético, Un tiempo entre gitanos es sumamente innovador, al combinar las fotografías con las ilustraciones. Los autores, de hecho, ya introdujeron este nuevo estilo en su obra anterior, El fotógrafo, un libro excepcional que quizá un día me decida a reseñar.

El siglo XIX en Rusia todavía guarda muchos tesoros por descubrir, por lo menos para este lector. No había oído hablar jamás de Garshín, un autor en su tiempo llamado a ser el sucesor de Turguenev, y a quien ese destino quizá le daba un poco de miedo. Este breve relato es un impresionante descenso a los infiernos del alma, allí donde la locura se suele volver tan clarividente.

Otro gran descubrimiento. Y si no os gusta la poesía, no pasa nada. Ismene se lee como un apasionante monólogo, casi como un clásico de la escena griega. Me leería ahora mismo todas las obras de este autor.

Y el último de mis grandes descubrimientos. El sombrero del cura es la obra que inauguró el género del giallo, una especie de novela negra (y posteriormente, cine negro) a la italiana. No hay misterio, sino un apasionante retrato del modo en que las ondas de un crimen se extienden por la charca de la sociedad.