Revista Recetas
Ante todo saludar a quienes visitan “Mi cocina” virtual, que como bien saben ha estado ralentizada en este mes de Agosto, un merecido casi descanso para “Carmen Rosa”.
En estos días he ido acumulando recetas, platos que han ido quedando “archivados” en espera de publicación, como no con una de mis “historias”; esas historias que ya son vitales en mi blog para dar pie a escribir la correspondiente receta.
He de ponerme las pilas, pero mientras tanto quiero empezar Septiembre con una entrada especial, de agradecimiento, de reconocimiento y de amistad, un pequeño homenaje a unos grandes profesionales de la hostelería malagueña: EL COBERTIZO.
Quizás influenciada por mis padres, quizás porque mis raíces y mi niñez estaban allí, movida por mi afán de lucha y superación, decidí a principios de 1982 comprar un local en la zona con más futuro económico de la barriada de donde soy originaria, en la urbanización Echevarria del Palo.
No sólo lo compré, sino que abrí un coqueto negocio de decoración y regalos, que mantuve durante dos largos años, hasta que a pesar de que económicamente fue positivo, descubrí que alquilándolo ganaba en calidad de vida; dedicarle al negocio las pocas horas libres, Sábados tarde y Domingos, que me dejaba mi trabajo y mis viajes profesionales, en aquella época las necesitaba para mi hijo.
Tuve la oportunidad de hacer buenos amigos, propietarios de locales cercanos como Loli y Antonio quienes abrieron la primera hamburguesería malagueña, Burguer Aquarium, a la derecha de mi tienda; justo enfrente, con una gran visión de futuro, Vitorino junto con su padre y la ayuda de su dulce esposa comenzaron a cocinar y a vender comidas preparadas: El Chef, trabajadores incansables que aún hoy en día siguen con ésa cocina tradicional; justo a la izquierda de mi tienda, pared con pared, se encontraba un restaurante El Cobertizo, sus propietarios Juan y Aurora.Fue con ellos, con Juan y con Aurora, con quienes congenié, pudiendo decir que con el paso de los años, mi admiración por su gran trabajo en el mundo de la restauración y nuestra amistad aún perdura.
Largos y bonitos momentos charlando con Aurora en la puerta de la cocina, la que daba al pasaje, con ella y con Mari (la cocinera que la ayudaba) mirando como jugaban nuestros hijos.
Sus dos hijos, Oliver y Alejandro con el mio, con Alejandro B.
Tras varios y duros años trabajando en Inglaterra, Aurora y Juan, regresaron a España y fue en Málaga donde abrieron El Cobertizo, ella en la cocina y él atendiendo a los clientes; al poco tiempo ampliaron lo que en principio sólo sería una barra y varias mesas pequeñas, con un coqueto salón-comedor.
Sus estupendos y exquisitos platos donde siempre ha primado la calidad del producto, la materia prima, la pulcritud en su cocina abierta a las miradas, su buena y abundante bodega y el trato tan profesional y al mismo tiempo personal tanto con sus clientes, como con sus empleados, quienes aún siguen trabajando con ellos; pienso que todo ello, ha sido su gran “secreto” durante estos treinta años que ya hace que tuve la suerte de conocerlos.
En El Cobertizo, donde he realizado cenas, comidas, celebraciones familiares y sobre todo profesionales; no ha habido un solo cliente, distribuidor, comercial o proveedor de cualquier punto del territorio nacional, inclusive del extranjero, que no hayamos invitado a conocer su gastronomía.
Con el paso de los años Oliver ha heredado de su padre el saber atender a los clientes, por lo que le ayuda en la sala y el pequeño Oliver ese arte tan especial que se necesita para ser un gran chef, un estupendo cocinero de su madre, “puliendo” sus conocimientos de cocina en una de las mejores escuelas de hostelería de Málaga.
La carta de El Cobertizo durante estos treinta años ha sido y es un referente en “Mi cocina”, de ellos aprendí muchos platos y continúo sorprendiéndome.
Quienes siguen mi blog conocen sus recetas:
MEJILLONES TIGRES
POLLO AL KIEV
BOQUERONES RELLENOS
MOUSSE DE CHIRIMOYA
ALBONDIGON EN SALSA
A preparar CHAMPIÑONES A LA PLANCHA (en su carta con langostinos y jamón serrano…)
En estos días mi marido y yo disfrutamos de una agradable y maravillosa cena, donde nos sorprendió gratamente con una nueva receta de albondigón con un sabor muy malagueño y unas alcachofas con almejas, que prepararé en breve y compartiré en “Mi cocina” virtual con Vds.....
No dejo de aprender cada vez que voy, no sólo recetas, sino productos….sobre todo de la zona de Granada de donde son oriundos, un bonito pueblo de la zona norte…. Úna riquísima morcilla que prepara su familia, un riquisimo licor familiar, un pacharán de endrinas y ahora un riquísimo y sorprendente aceite de producción de la que Juan forma parte: “AMARGA Y PICA”
Recuerda la emoción del sabor auténtico del Aceite de Oliva Virgen Extra Amarga y Pica de Conde de Benalúa, es una explosión de sabor sólo apta para paladares exigentes, y de lo más atrevidos, que nace y crece en los olivares de los Montes Orientales de Granada, tras una recolección temprana, exquisita, mimada… Como sólo se hacía antaño que define e identifica los aceites verdes de la variedad picual, cuando el fruto aún comienza a madurar.
Una agradable y sorprendente experiencia gastronómica probar este aceite, tanto como degustar cualquier receta de EL COBERTIZO (Calle Pio Baroja, en Echevarria del Palo).