Para empezar, con las bebidas, nos pusieron una croqueta de paella que no estaba nada mal. Nos dijeron que tenían menú del día pero no había ni un plato italiano. Como nuestro pensamiento era ir a carta nos dio un poco igual. Además era una carta muy variada, con muchos tipos de pasta y salsas, carnes, risottos y muy extensa en clases de pizza. La lástima es que no tenían todo lo que venía, no había lasaña, pues unos canelones "no hay", traígame unos tagliatele "tampoco tenemos". Al final nos decidimos por spaguetti, macarroni y rigatoni. También probamos las pizzas que son más que decentes, sobretodo la Finocchio de carne picada, bacón, pimiento glaseado y huevo.
Spaguetti Amatraciana
Rigatoni salteado de gamasLa pasta está muy pero que muy bien preparada, todas estaban muy buenas y la lástima fue, por un lado no poder probar más variedades y por otro que una de las boloñesas que se pidieron que debían ser sin queso sabía mucho a queso y a otra salsa. Solo pasó con una, la otra no, y hubo que pedir que la cambiaran ante un servicio que no sabía bien como actuar y, a pesar de todo, no era malo.
Rigatoni frutti di mare
Macarroni bolognesaLlegados los postres otra vez el carrusel de "nohays", no hay coulant, no hay tarta de chocolate... nada, un comensal se pidió un sorbete y el resto café. Al pedir la cuenta, para seis, un plato cada uno con el precio medio de este tipo de locales, entre los 9 y los 13 euros la pasta o la pizza, salió por 15 euros por cabeza. Bastante baratillo aunque no hubo excesos tres cokes, dos aguas, un vino y un solo postre con dos cafés.
Para mi un sitio medio, con calidad en algunos platos, tranquilo y sobrio en la decoración interior y más animado en la parte de fuera. Si se te antoja italiano y estás por allí bien, sino no merece la pena ir a Lavapiés, con toda la oferta que tiene el barrio, para probarlo.
http://finocchioristorante.com/+34 910 82 50 21
