El día que visitamos este verano la Praia das Catedráis (Playa de las Catedrales) fuimos a comer a Ribadeo. Sin ninguna referencia de la zona, más que internet, buscamos y nos gustó La Solana. Nos decidimos al ver su carta, en la que se vislumbraba cocina tradicional y de buen producto con un poco de ambición para darle una vuelta. Después de varios días comiendo pescado y marisco con el menor enmascaramiento posible, al ver las tostas de cecina elegimos La Solana.
Los entrantes que compartiremos son primero el que nos había seducido para decidirnos por La Solana: Tostas de Cecina con foie y compota de manzana.
Las elegimos por cambiar un poco después de varios días con pescado y marisco, porque nos atrajo la combinación de ingredientes y nos imaginamos que podría ser algo muy bueno. Acertamos. Un plato lleno de pequeñas tostadas, os diría que había 8 ó 10. El foie untado en la tostada, la compota de manzana la precisa y la loncha de cecina encima que la cubría. Además fácil de hacer en casa como entrante, añadiéndole algo de imaginación para adaptarlo. A ver, los cocinillas que nos sorprendan.
Seguimos con unas anchoas ahumadas con virutas de manchego y pimiento. Sobre el pimiento y la anchoa que es por lo que puedo opinar, existe buena proporción, siendo la anchoa ahumada la total protagonista, sin trampa ni cartón. El sabor a humo muy perceptible y la carne de las anchoas muy tersa. La ración también generosa, como podéis ver.
Respecto a los principales, optamos por uno de ellos de carne. Dudamos entre un solomillo y el entrecot, por el que al final nos decantamos.
Entrecot de Ternera Culona Asturiana. De hecho, Ribadeo está cercano a Asturias. Es más José Blanco Muñoz, que es el Chef, es asturiano como supimos luego. Muy jugoso y tierno, bien hecho y acompañado con la guarnición clásica: patatas fritas y algo de verdura a la brasa. Si eres carnívoro, muy recomendable.Un pulpo, del que no nos cansamos. Esta vez, a la plancha.
Llegan los postres que estuvimos a punto de saltarnos. La sugerencia de la casa era un arroz con leche que descartamos por nuestra saciedad, pero nos recomiendan que nos tomemos entonces el Mousse de Turrón y la copa de trufa con nata.
Realmente eran muy ligeros, y estaban buenos de sabor. Personalmente, y aunque me gusta mucho la nata, creo que adornarlos con esa corona y caramelo líquido los desmerece. No se porqué se acostumbra en algunos sitios a rematar así los postres. Salvando este pequeño detalle, que es una simple observación, los postres eran correctos. Quizá me quedo con el de turrón, por ser menos habitual.
Acompañamos la comida con una botella de vino de la tierra (de aquella, claro está).
Abadia Da cova, Mencia de Ribeira Sacra. Esta vez un tinto muy bueno que redondeó una buena comida.
Aquí en Barcelona, en cierta forma estamos algo influenciados sobre los restaurantes. Es inevitable al estar constantemente leyendo otros blogs, twitters o reseñas de perfiles que ya sigues porque confías en su criterio. En Ribadeo íbamos a ciegas, nos dejamos llevar por la intuición y no nos falló. Es difícil comer mal en Galicia, aunque seguro que es posible, como en todos los sitios, pero tienen un buen producto y fresco que saben cocinar muy bien. La cuenta subió a 75 Euros. Un precio muy justo para lo que comimos.