Revista Cocina

Restaurante La Solana (Ribadeo)

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

El día que visitamos este verano la Praia das Catedráis (Playa de las Catedrales) fuimos a comer a Ribadeo. Sin ninguna referencia de la zona, más que internet, buscamos y nos gustó La Solana. Nos decidimos al ver su carta, en la que se vislumbraba cocina tradicional y de buen producto con un poco de ambición para darle una vuelta. Después de varios días comiendo pescado y marisco con el menor enmascaramiento posible, al ver las tostas de cecina elegimos La Solana.

carta la solana Ribadeo Baco y Boca
Situado en el puerto, contactamos con ellos para ver si había sitio y nos avisan de que no hay problema siempre y cuando vayamos con paciencia y sin prisa. Estamos de vacaciones, así que por nuestra parte ese colapso no es ningún problema, más bien una garantía de que se come bien. No reservan mesa, hay una lista de espera en la que nos apuntan y nos dan una previsión de 20 a 30 minutos para sentarnos. Tienen comedor arriba y abajo, ya que tiene dos plantas, y está a tope. Y no es pequeño. En la lista hay 8 mesas delante nuestro y mientras que esperamos en la barra tomando un vino, ya que si te vas y te llaman y no estás, saltan al siguiente, no deja de entrar más gente hambrienta. Hay un momento que no cogen más. Increíble. Durante la espera, tienen el detalle de sacar una bandeja de calamares que pasean por la barra para entretener e los estómagos de los que esperábamos.

calamares la solana ribadeo bacoyboca
Llega nuestro turno y nos sentamos en el piso de arriba. El edificio es típico marinero, rústico, bien decorado en el que predomina la madera. El techo es alto con vigas a la vista y una gran ventana ilumina casi toda la planta de arriba. Miramos la carta para confirmar lo que habíamos visto en su web y acabar de decidirnos. Aún así, pedimos recomendación al camarero ya que todo nos parecía apetecible. Hacemos la comanda y, por cortesía de la casa una vez más y mientras esperamos, llegan unas navajas.

navajas al horno en la solana Ribadeo Baco y Boca

navajas al horno la solana Ribadeo Baco y Boca
Después de haberlas comido a la plancha, esta vez son diferentes, son horneadas. Diferentes, pero no menos buenas, pues aunque son al horno se luce el producto. Sólo algo de cebolla y tomate para ser distintas, me sorprendieron.

Los entrantes que compartiremos son primero el que nos había seducido para decidirnos por La Solana: Tostas de Cecina con foie y compota de manzana.

tostas de cecina con foie y compota de manzana en la solana Ribadeo Baco y Boca

tostas de cecina con foie y compota de manzana la solana Ribadeo Baco y Boca

Las elegimos por cambiar un poco después de varios días con pescado y marisco, porque nos atrajo la combinación de ingredientes y nos imaginamos que podría ser algo muy bueno. Acertamos. Un plato lleno de pequeñas tostadas, os diría que había 8 ó 10. El foie untado en la tostada, la compota de manzana la precisa y la loncha de cecina encima que la cubría. Además fácil de hacer en casa como entrante, añadiéndole algo de imaginación para adaptarlo. A ver, los cocinillas que nos sorprendan.

anchoas ahumadas con virutas de parmesano y pimientos la solana Ribadeo Baco y Boca

anchoas ahumadas virutas de parmesano y pimientos la solana Ribadeo Baco y Boca

Seguimos con unas anchoas ahumadas con virutas de manchego y pimiento. Sobre el pimiento y la anchoa que es por lo que puedo opinar, existe buena proporción, siendo la anchoa ahumada la total protagonista, sin trampa ni cartón. El sabor a humo muy perceptible y la carne de las anchoas muy tersa. La ración también generosa, como podéis ver.

Respecto a los principales, optamos por uno de ellos de carne. Dudamos entre un solomillo y el entrecot, por el que al final nos decantamos.

entrecot de ternera culona asturiana en la solana Ribadeo Baco y Boca

entrecot de ternera culona asturiana la solana Ribadeo Baco y Boca
Entrecot de Ternera Culona Asturiana. De hecho, Ribadeo está cercano a Asturias. Es más José Blanco Muñoz, que es el Chef, es asturiano como supimos luego. Muy jugoso y tierno, bien hecho y acompañado con la guarnición clásica: patatas fritas y algo de verdura a la brasa. Si eres carnívoro, muy recomendable.

Un pulpo, del que no nos cansamos. Esta vez, a la plancha.

Pulpo a la plancha en la solana Ribadeo Baco y Boca

Pulpo a la plancha la solana Ribadeo Baco y Boca
Qué decir de comer pulpo en Galicia. Todos los que probamos, de todas las formas en que lo comimos resultan difíciles de superar. Y eso que considero que aquí se hace muy bien el pulpo, que conste, pero allí…Me resultó curioso la forma en que iban cortadas las patas. En el caso de tomarlo a la plancha, como este, siempre había sido la pata entera o cortado a rodajas, más o menos gruesas, pero no cortado a lo largo, por llamarlo de alguna forma. Quizá porque las patas son más grandes, aunque no me lo parecieron. Una anécdota de un plato al que no se le puede sacar ningún fallo.

Llegan los postres que estuvimos a punto de saltarnos. La sugerencia de la casa era un arroz con leche que descartamos por nuestra saciedad, pero nos recomiendan que nos tomemos entonces el Mousse de Turrón y la copa de trufa con nata.

Mouse de turron y copa de trufa con nata la solana Ribadeo Baco y Boca

Realmente eran muy ligeros, y estaban buenos de sabor. Personalmente, y aunque me gusta mucho la nata, creo que adornarlos con esa corona y caramelo líquido los desmerece. No se porqué se acostumbra en algunos sitios a rematar así los postres. Salvando este pequeño detalle, que es una simple observación, los postres eran correctos. Quizá me quedo con el de turrón, por ser menos habitual.

Acompañamos la comida con una botella de vino de la tierra (de aquella, claro está).

abadia da cova ribeira sacra Ribadeo Baco y Boca

Abadia Da cova, Mencia de Ribeira Sacra. Esta vez un tinto muy bueno que redondeó una buena comida.

Aquí en Barcelona, en cierta forma estamos algo influenciados sobre los restaurantes. Es inevitable al estar constantemente leyendo otros blogs, twitters o reseñas de perfiles que ya sigues porque confías en su criterio. En Ribadeo íbamos a ciegas, nos dejamos llevar por la intuición y no nos falló. Es difícil comer mal en Galicia, aunque seguro que es posible, como en todos los sitios, pero tienen un buen producto y fresco que saben cocinar muy bien. La cuenta subió a 75 Euros. Un precio muy justo para lo que comimos.


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